𝙀𝙡 𝙖𝙢𝙤𝙧 𝙙𝙚 𝙪𝙣 𝙙𝙞𝙘𝙩𝙖𝙙𝙤𝙧

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El Salvador fue llevado por las enormes extensiones de cemento duro y oscuro que conformaba el suelo de aquel imperio imponente. Miro al frente y le aterro ver altos edificios desperdigados y herméticamente pintados con millas de soldados marchando casi mecánicamente por el lugar hasta donde llegaba la vista 

Tercer Reich: No pierdas el paso- 

-El Alemán apretaba su brazo hasta hacer de aquel agarre una aplastante amenaza silenciosa¡ ​​Los pasos retumbantes y perfectamente cronometrados de hombres marchando en pesados ​​trajes era ensordecedor , el orgullo de aquella nación era casi respirable- 

El Salvador: Alemania...donde esta?

Reich no respondió, solo lo arrastro por un interminable recorrido en el que cada uno de los cientos de pequeños batallones grises se paraban abruptamente y en perfecto orden gritaban. 

¡Salve Tercer Reich¡ ¡¡ 

El Salvador: Donde esta...- Carajo cerote responde¡¡

Miraba a todos lados intentando encontrar al ruidoso y tonto niño pero no veia más que sirvientes y soldados alemanes rondar. Pronto llegaron a lo que parecia mas una fortaleza que cualquier otra cosa¡ increiblemente alta y amurallada con torres de vigilancia y cañones anti aviones a cada pocos metros. Por fuera parecia mas la fachada de una refinada prisión o bunker, pero al cruzar las enormes puertas que eran movidas por enormes cadenas y palancas revelaba un paraje verde y enorme. Si no fuera por que su mente solo podía pensar en el pequeño niño Alemán lo habría confundido con un castillo salido de un cuento. 

El Salvador: ...Reich-... Reich¡-... ¿Dónde está?¡... 

-Intento soltarse del agarre solo un par de tristes intentos que solo hicieron que su brazo se pusiera de un enfermizo tono morado en los lugares que Reich apretaba. El Alemán se mantuvo callado ya paso firme y rápido hasta que pronto llegaron a los salones mas seguros del "castillo" 

Dando paso a habitaciones privadas, Salvador gruñio e intento agarrarse de las cortinas, de las mesas, de cualquier cosa que pudiera agarrar¡ Pero todo era inutil si se trataba de la elegante violencia que portaba el maldito nazi

Tercer Reich: Es inútil gritar mi  geliebt 

-Abrio sin ninguna prisa su  habitación y arrojo adentro al pequeño pais, le dio la espalda para volver a cerrar la puerta, con sus emociones controladas y la seguridad de que aquel adorable tercermundista no tenia a donde correr empezó a quitarse los guantes de cuero. .. Queria tocar esa piel sin estorbos de por medio -

El Salvador: A la gran... Lo que sea que vayas a hacer apurate- 

-Escupio aquellas palabras con una leve mueca de repudio y prisa, como si el Alemán fuera un estorbo que simplemente debería dejar pasar.- 

Third Reich: Desapareces sin decir un carajo y tu eres el que esta molesto?¡?¡ Que criatura tan malditamente mal agradecida resultaste ser...¡

-Dio dos pasos al frente poniéndose frente a frente, Salvador espero golpes, el ya conocido dolor de estar siendo sometido por un par de malditas manos rojas pero nunca llego el dolor, ni los insultos- 

Tercer Reich: Pero estas devuelta... Conmigo. 

-Sus manos tomaron con calma y cuidado las preciosas mejillas del Salvadoreño, pasando sus pulgares muy cerca de sus labios en forma de pequeñas caricias demasiado delicadas para provenir de alguien que podia hacer trizas su cabeza en un movimiento-

Sonidos de guerra y amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora