𝙈𝙖𝙧𝙞𝙙𝙤 𝙮 𝙈𝙪𝙟𝙚𝙧

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El ambiente se transforma en un tenso silencio pesado, aun con personas pasando de un lado a otro, nadie se acercaba demasiado y nadie miraba en su dirección... ¿Quién iba a detenerlo? ¿Quien seria tan valiente para oponerse a la voluntad de Reich?

El Salvador: ¿No hablas enserio va?...- 

-Sonrio más por nervios y miedo que por estarse burlando, sintió su pecho retumbar en sus propios oidos. Mientras Reich solo lo observaba con una divertida sonrisa de oreja a oreja- 

Third Reich: Nunca eh hablado mas enserio en todo lo que llevo de vida, mi Salvador... Fuiste un adorable rayo de esperanza en mis días más miserables... 

-Rodeo con mas fuerza su cintura y lo levante suavemente del suelo. Pero Salvador no podia sentir mas que miedo cuando brazos esos lo sostienen- 

El Salvador: ... Yo no puedo-... Reich y-yo no pued- 

Tercer Reich: Pero claro que puedes¡ Solo tienes que dejar de ser una pequeña perra mal agradecida y sonreír para nuestros invitados 

-Dijo en un suave tono amable, antes de acariciar desde aquella posición suavemente con sus pulgares los costados tibios y suaves del pequeño pais... La mirada del Alemán viajo hasta el cuello del Salvadoreño, siempre descubierto... siguió bajando hasta ver su torso envuelto en aquella maldita ropa corriente que le habia dejado conservar hasta ahora... Estaba seguro que se veria mejor sin esa estorbosa tela encima

Tercer Reich: ¿Alguna vez te dije que te ves asqueroso dentro de esa ropa?...

-Bromeo como cuando lo hacian en el pasado, y descaradamente presionó la piel del más bajo, Salvador sintio su rostro se puso de un enfermizo rojo opaco lleno de temor-

A Reich nunca le había importado en lo más mínimo lo que el quisiera...¿Verdad?

Tercer Reich: Mi prometido no puede vestir con esa mie- 

-Señor¡¡ - Señor¡¡ ¡Salve Tercer Reich¡! 

-Un soldado dejo pasar a un mensajero que venia empapado en sudor, callo de bruces al suelo cuando logro entrar al enorme salón, temblaba como un animal recién nacido que no sabia como ponerse de pie- 

Tercer Reich: Mas te vale tener una buena razón para interrumpirme... 

-Dejo bruscamente al pequeño pais en el suelo e inmutable espero a que hablara, pero cuando no obtuvo respuesta ya que el chico pelirrojo estaba demasiado ocupado tomando bocanadas de aire- 

Tercer Reich: Agth- Arrojenlo unos días en un pozo, tal vez así aprend- 

- N-no¡ Mi señor¡ Mi señor¡ E-ellos... Vienen¡ Ya estan¡ Entraron-¡ ¡Por Francia¡ L-los puertos¡

Tercer Reich: Eso es imposible... ¡¿POR QUE NADIE LO SUPO HASTA AHORA?¡

- No lo sabemos¡... Ninguna radio funcionaba¡ los telegramas nunca se enviaban¡¡ La flota naval... Ya no esta-.... ya no esta señor 

- El Alemán vio con severidad al chico, que temblaba aún más intensamente arrodillado en el suelo- 

- Ya estan en los puertos Franceses mi señor-... ¡Nadie pudo avisar¡ No lo supimos hasta que estaban desembarcado ¡ Y- Los malditos Franceses los recibieron de buena manera mi señor¡¡¡ E-ellos nos traicionaron¡¡ 

Tercer Reich: ... Entiendo 

-El Alemán llamo con un simple y sutil movimiento de cabeza a un par de escoltas y miro al pelirrojo muerto de cansancio en el suelo- 

Tercer Reich: Por tu aspecto imagino que escapaste... Y corriste hasta aquí para avisarnos, admirable hazaña- Pero me interrumpiste dos veces al hablar ¿Te parece ese el respeto que merece tu líder? 

Sonidos de guerra y amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora