𝘾𝙤𝙢𝙥𝙧𝙤𝙢𝙞𝙨𝙤 𝙙𝙚 𝙗𝙤𝙙𝙖𝙨

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Salvador se quedó increíblemente quieto, su expresión se congelo en una expresión horrorizada de amarga sorpresa, por casi dos tortuosos minutos no movió ni un solo musculoso... 

Su cabeza seguía escuchando el sonido de aquel par de disparos y no era capaz ni siquiera de emitir un solo y maldito sonido mientras los asquerosos brazos rojos de su prometido Lo apresaban. 

Third Reich: ... Salvador... ¿Sigues respirando?

-Susurro contra el oído de su amado Salvadoreño, tan dulce... tan traidor... ¿Que secretos ocultaría? ¿Cual seria la razón de aquella reacción tan... drástica?- 

Imperio Japones: Llámame anticuado... Pero creo que la reacción de tu adorable "prometido" no es para nada n- 

-La respiración del Salvadoreño paso a ser casi inexistente a ser tan violenta y acelerada que sus pulmones estaban por colapsar... y luego... El grito más fuerte y estridente que se escucho tierras sobre aquellas hizo resonar hasta los sótanos de aquel palacio , No hubo nadie que no haya escuchado aquel ensordecedor grito de dolor proveniente de la garganta de un hombre- 

Third Reich: Mierda...¡Que demonios te ocurre?¡ 

-Sintio como el Salvadoreño lejos de forcejear o luchar se desvaneció en sus brazos como telas sin soporte, sus gritos dolorosamente reales y profundos siguieron resonando a través de las paredes. Gritos que fácilmente competirían con los de alguien siendo desollado vivo...- 

Imperio Japones: ... Creí que tendrías mejores gustos a el momento de elegir desposar a alguien... 

-Se paseo con renovado interés en la pequeña cosa azul, cuyos gritos eran fascinantemente sinceros... Saco un Tenugui-Shin Gi Ta de su bolsillo, un hermoso pañuelo de seda con intrincados y complejos diseños, el cual coloco a la fuerza entre los dedos del pais centroamericano- 

Imperio Japonés: Sin ánimos de ofenderlo, Salvador. 

Third Reich: Agth... ¡POR QUE MIERDA NO TE CALLAS?¡

-Los desgarradores gritos de desesperación del Salvadoreño sonaban no solo increíblemente dolorosos, si no que era plausible escuchar como su garganta se estaba rompiendo, como sus cuerdas eran brutalmente destruidas por la fuerza de su propio dolor. Reich tuvo que ponerle una mano en la boca para obligarlo a callarse- 

Imperio Japonés: Esta en duelo, ¿No te parece extraño?

-El Japonés y el Alemán cruzaron miradas durante largos segundos... Mientras el Salvadoreño se estaba pudriendo y ahogando en sus propios gritos, incapaz de pronunciar palabra alguna o de ni siquiera pensar¡ Todo lo que había en su cabeza era ruido y el sonido de aquellos disparos reproduciéndose una y otra vez en su cabeza- 

Third Reich: ... Lo se- 

Imperio Japones: No se como hacen las cosas ustedes los Alemanes... Pero para mi es un crimen que el "consorte" se sienta duelo por alguien ajeno a su prometido. Y si no compartes mi visión... no negaras que es sumamente extraño. 

-El Alemán cerro los ojos con fuerza, intentando ignorar el cálido y suave cuerpo entumecido del pequeño pais que parecia ahora carente de toda fuerza para sostenerse asi mismo...- 

Third Reich: ¿Qué propone?- 

Imperio Japonés: Creo que me degollarías si intentara sacar la verdad a la fuerza. 

Tercer Reich: Estamos a menos de una hora de hacer público nuestro compromiso. Degollarte seria bastante piadoso 

-El japonés frunció el ceño y se llevó la mano derecha a la empuñadura de su Katana mas como un reflejo que cualquier otra cosa y observa por largos segundos el pequeño desastre envuelto en deliciosas y telas blancas que solo daban un toque bastante poético a aquella situación - 

Sonidos de guerra y amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora