| Previsto | Ghost y Tu

Chapter. 42

El pasillo estaba vacío, pero se podían escuchar las voces provenientes de las habitaciones, gente hablando y riendo, algunos incluso discutiendo, probablemente sobre juegos de póquer o lo que sea. No pudiste evitar preguntarte sobre todo lo que pasó mientras te dirigías a tu habitación. Era desconcertante e irreal y, a veces, te hacía desear poder desaparecer en tu cabeza por un tiempo.

Si no fuera por la sangre que te cubría y el dolor ardiente que provenía de tus cortes, te habrías convencido de que todo era una horrible pesadilla y lo habrías creído. ¿Fue esto correcto? ¿Qué pasa si... ¿Qué pasa si tu estar aquí causa un problema en este mundo y lo acaba? Y si-

"¡Tierra a Ardilla! Holaoooo", una mano bronceada se agitaba frente a tu cara, y te inclinaste hacia atrás mientras mirabas a Gaz, quien te miraba preocupado.

"¿Te rompiste?" preguntó.

"No, estoy bien. ¿Cómo está Ghost?" Apartaste tus pensamientos mientras lo tranquilizabas. Desviando la conversación hacia Simon.

"Su condición es estable ahora, pero ya sabes... Ya que su brazo ya no está. Estará sedado por 3 días, hasta que decidan qué hacer", lo miraste confundido.

"¿Qué hay que hacer?" tu preguntaste.

"Bueno, están pensando en ponerle un brazo artificial, pero como ya no lo tiene y no tiene familiares que se sepa que estén vivos, es un poco difícil llevar a cabo el procedimiento", explicó.

"¿No puede el Capitán Price firmarlo? Quiero decir, él es nuestro líder y todo eso".

"Nuestro líder. No nuestro guardián. Pero puedes firmarlo, ¿no eres su amante?" sentiste que se te encogía el corazón ante la pregunta y miraste al suelo consternada.

"Yo no diría eso. Al menos ya no".

"No sabes que-"

"Intentó matarme y luego perdió su brazo por mi culpa. Probablemente soy la última persona a la que querría cerca, y mucho menos un guardián sobre él", inhalaste bruscamente, desviando la mirada cuando te diste cuenta de que habías tomado tu ira fuera de él.

Gaz permaneció allí durante un rato, aparentemente perdido en sus pensamientos antes de volver a hablar.

"No dejes que tu culpa te impida hacer lo correcto. Hasta donde este universo sabe, todavía eres amante aquí. Puedes pelear después de que él despierte, pero créeme cuando te digo. Nadie querría vivir el resto de sus días con una sola mano", y dicho esto, dio media vuelta y se fue. Dejándote allí para agonizar por lo que acababa de decir.

Si estuvieras en la posición de Simon, habrías querido que lo firmara incluso si lo odiabas a muerte. Dejaste escapar un suspiro antes de entrar a tu habitación y fuiste directamente al baño para darte una larga ducha, esperando que el agua caliente borrara todo y cada pensamiento.

............................................................

......... Toc... toc... toc...

Miraste el reloj y te preguntaste quién en su sano juicio tocaría a esta hora. Ciertamente no es Price.

Mantuviste la toalla sobre tu cabeza mientras ibas a abrir la puerta. Layla se quedó allí, luciendo más incómoda de lo que jamás la habías visto antes.

"Oh, gracias a Dios que abriste. Toqué cinco puertas equivocadas antes que la tuya", dejó escapar un gran suspiro de alivio una vez que te vio, y sonreíste un poco antes de hacerte a un lado para dejarla entrar.

"Debe ser importante para ti tocar cinco puertas equivocadas antes de encontrarme. ¿Qué pasa?" Cerraste la puerta una vez que ella entró y fuiste a sentarte junto a ella en la cama.

"Nada. Quería ver si estabas bien ya que no estabas aquí cuando vine con Ross. Nos preocupaba que te hubieras quedado atrás, pero no podía regresar. No sabía cómo", miró hacia arriba, sus ojos marrones tenían círculos oscuros alrededor por la falta de sueño.

"Te demoraste, así que fui a buscarte y terminé peleándome con un tipo. Fue todo una mierda, pero ahora estamos aquí así que..." ambas se miraron el regazo.

"Olvidémoslo. Empecemos de nuevo. Porque por mucho que intente entenderlo, no lo siento real. Lo sentí como un sueño vívido ahora que estamos aquí a salvo", mantuviste tus ojos pegados a tu regazo, sin estar segura de si deberías contarle sobre Emma o no. ¿Vale la pena? ¿Está bien?

"Ross está siendo hospitalizado. Apenas podía mantenerse en pie cuando lo encontré debido a la cantidad de medicamentos que le dieron. Dijeron que pasará aproximadamente una semana antes de que pueda volver a ponerse de pie correctamente", la miraste, todavía estaba mirando su regazo, pero sus ojos estaban vidriosos por las lágrimas.

"Es Ross. Él estará bien y tú también. Tal vez deberíamos ir a ver a un terapeuta o algo así", bromeaste, incluso cuando sabías plenamente que si alguna vez le contabas a alguien sobre esta pequeña aventura, te enviarían al hospital de locos.

"Necesitarán un terapeuta para que sea nuestro terapeuta", se rió antes de levantarse.

"Me alegro de que estés aquí. Me preocupaba que nos traicionaras también. Incluso sospechaba de Ross. Se sintió extraño y horrible porque ese tipo de traición significaba la muerte para nosotros. No podía imaginar cómo sería realmente", hizo una pausa durante un largo rato.

"Creo que deberías ir a ver a tu amante y hablar con él", te dio una pequeña sonrisa antes de salir de la habitación, y tú simplemente la miraste mientras la puerta se cerraba. La verdad es. Querías ir, estabas muy preocupada, pero ni siquiera sabías qué decir.
"Oh, hola Simon, lamento lo de tu brazo. Aquí tienes uno falso para sentirme mejor y hacerte sentir como un transformador".

"Perdón por tu brazo, pero esto es lo que te pasa por intentar pegarme, hijo de puta", tal vez estabas un poco enojada por eso. Solo tal vez.

"¿Sabes cómo me pediste que me quedara aquí hace mil años? ¿Sí? Bueno. Soy tu única *familia*, así que felicidades por el brazo artificial. Espero que sea de tu agrado", definitivamente balancearía ese trozo de metal hacia tu cabeza.

"¡Dios ayúdame ahhHHHH!" Gritaste contra tu almohada, sintiéndote más frustrada que nunca. Tu cerebro estaba haciendo cualquier cosa excepto tomarlo en serio. Tal vez deberías pedirle a Price, Soap o Gaz que te acompañen. Definitivamente estarían más serios y menos asustados.