𝟎𝟕|𝐫𝐨𝐢𝐞𝐫 𝐜𝐮𝐩𝐢𝐝𝐨

926 73 2
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


📍𝐏𝐎𝐕'𝐒 𝐆𝐢𝐬𝐞𝐥

Roier comienza a reírse a carcajadas mientras yo le arrojo un puño de palomitas, viendo que ni así se calla le golpeo las costillas con el codo. Se queja un rato entre risas hasta que finalmente paran.

Le limpia las lágrimas que habían salido de tanto reírse y me mira con ganas de seguir riéndose.

—Ya ríete —Le digo y lo hace, haciendo que el bufe.

Eran las diez de la noche en Sinaloa y ambos estábamos en el patio de su casa conversando un rato en lo que el taxi pasaba por mi para regresar al hotel, había acompañado a mi madre a un evento de moda, al finalizar le mande mensaje a Roier para verlo un rato y ahora aquí estaba.

Siendo el hazmerreír del sin tripa.

—A ver mi parque .—Dice, haciendo referencia a mi apellido coreano—. Creo que andas un poco fumada y por eso no te das cuenta de lo que está más claro que el agua.

Se inclina y me toma de los hombros, sacudiéndome un poco y luego apretando su agarre.

—Dices que te comenzó a dar explicaciones de todo, que comenzó a tratar diferente desde que se vieron, te tiene de fondo no solo de bloqueo sino también de pantalla, juega contigo un vergo de tiempo .—Enumero y yo todavía seguía aferrándome a que era porque éramos cercanos—. Además, déjame decirte que lo noto.

—¿Qué notas, tripon? —Le pregunto, curiosa.

—Es algo como una experiencia personal, cuando me di cuenta de que estaba enamorado de Sabi era igual que tú, lo negaba siempre a pesar de que mis amigos me decían que me sentían diferente cuando estaba con ella, y es lo que yo siento cuando te veo con el Quackity.

Hace una pausa.

—Tal vez siempre lo negué porque pensaba que yo no le gustaba a ella, todos decían que se le notaba que también le gustaba. Y es justo como ustedes. Los veos y sencillamente sé que se gustan.

—Esta algo complicado de creer .—Le digo, sonaba tan lindo que simplemente no podía aceptarlo con tanta facilidad.

—Pues mira, sigue observando cómo se comporta cuando estemos en Barcelona, solo así podrás quitarte la duda si no quieres preguntarle.

—Gracias Roier .—Dije, sonriéndole con los labios cerrados.

—Cual gracias mis ojos rasgaditos, sabes que siempre que necesites un consejo me pongo serio pa' ti reina, ven dame un abacho .—Abre los brazos y de inmediato me acerco a él para corresponderle el abrazo.

A mi teléfono le entra una llamada, era mi madre avisándome que estaba afuera de la casa de Roier. El castaño se despide de mi con otro abrazo y me promete que me vera en tres días en Barcelona.

𝘓𝘖𝘝𝘌𝘙𝘚; 𝘈𝘭𝘦𝘹 𝘲𝘶𝘢𝘤𝘬𝘪𝘵𝘺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora