𝘓𝘖𝘝𝘌𝘙𝘚; 𝘈𝘭𝘦𝘹 𝘲𝘶𝘢𝘤𝘬𝘪𝘵𝘺

𝟏𝟏|𝐐𝐮𝐚𝐜𝐤 𝐞𝐧𝐟𝐞𝐫𝐦𝐨

📍𝐏𝐎𝐕'𝐒 𝐆𝐢𝐬𝐞𝐥

El tiempo en Barcelona había terminado en un abrir y cerrar de ojos, la mayoría quiso irse antes para pasar más tiempo con sus familias. Por lo que también nosotros lo hicimos, nos despedimos de nuestros amigos en el aeropuerto y tomamos muestro vuelo a los Estados Unidos.

Donde nos recibió Tina a lado de un chico muy fornido de nombre Noah, quien también era streamer. Fuimos directo a la casa de Quackity, donde después de desempacar y comer algo decidimos hacer un stream corto donde probamos algunos dulces que compramos.

El stream no duro mucho pues Alex comenzaba a sentirse mal, con dolores de cabezas tan insoportables que sus ánimos cayeron en picada. Ambos chicos quisieron quedarse a esperar a que le bajara la fiebre a Quackity, pero yo insistí que me haría cargo.

Tina y Noah se marcharon, dejándome sola con Alex.

—¿Cómo te sientes? —Le pregunto entrando a la habitación con otro paño húmedo.

—Como sí me hubieran metido aún horno para hacerme cena navideña.

Me siento aún lado de él, tomando sus brazos para ver si le había bajado un poco, pero seguía igual. Le cambio el paño que tenía el la frente con uno húmedo. Mientras lo hago él mantiene su mirada sobre mí, haciendo que me sintiera nerviosa.

—Linda no deberías estar tanto tiempo conmigo —Dice, haciendo que sonriera por la forma en como me llamo.

—Solo es un resfriado Quacks, pronto se te pasará —Lo miro, apreciando sus bellos ojos y sus tiernos lunares.

—Si pero aún así puede... —Lo cayó colocando mi dedo sobre sus labios.

—Comí tierra y arena cuando era niña, mi sistema inmune está mamalon, una gripe en mi es como un chiste para mi sistema.

—Por andar de mamoncita espero y que te enfermes así bien feo —Me rio por su comentario.

—Mientras no tomemos del mismo vaso y no me estornudas en la cara creo que estaré bien.

—Aun queda otra forma —Lo miro curiosa—. Besándonos.

—Y dale con eso, ¿Quieres besarme acaso?

—Si chula —Responde, cerrando sus ojos y haciendo boca de pato.

Lo miro por un momento, sintiendo una pulsada en el corazón por su forma de responder. Se que lo dice en broma, pero no puedo evitar sentir como sí lo dijera de verdad, que de verdad me está diciendo lo que siente disfrazándolo entre bromas.

Me acercó a él y le doy un beso en la mejilla, haciendo que abra los ojos de golpe.

—Ay ay ay —Decía mientras se tapaba la boca.

—Me has dejado los labios muy caliente —Comento, preocupada por su fiebre.

—Ya se, caliento muchas cosas, pero oye, más respeto ¿No? —Me río por su broma.