Harry Potter y el caliz de fuego

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Termino de empacar mi baúl, un nuevo año empieza en Hogwarts y ya tengo la misión por parte de Voldermort para llevar a Harry Potter con el.

Salgo de mis pensamientos al ver a mi esposa entrar a la habitación con mis hijos en brazos y con su pequeño vientre abultado.

Me acerco a ella y tomo a Amadeus en mis brazos que al verme empieza a llorar, estos meses que estuve con ellos solos como una familia de cuatro mi hijo y yo creamos un gran vínculo, y aunque no lo crean Amadeus es más apegado a mi que mi pequeña princesa.

Sonrió al ver como se calma en mis brazos y miro a mi esposa que niega divertida por la manipulación de mi hijo, desde que les he hablado que papá se irá un tiempo Amadeus u Troian lloran y solo se calman en mis brazos, y se que lo hacen para que me sienta culpable de irme y decida quedarme con ellos y su madre.

-Debes tener cuidado Theodore –(dice Azalea seria)-

-Lo se cariño, no fue fácil aceptar la decisión de todos, pero al menos saldré este año de todo esto, y al final seremos libres tengo fe de ello.

-¿Cómo viste a Draco y los Chicos? –(dijo Azalea)- los extraño a todos pero se que debo estar aquí, no es seguro para nosotros estar allá este año, al menos durante las vacaciones logré avanzar y terminar mis estudios –(suspira)-

Veo como se desanima y se que es por esta situación y el quedar sola acá lejos de todo con los niños, se que ama a nuestros hijos, pero se como se siente impotente al no poder hacer nada más por nadie.

-Hey mírame bonita  -(le hablo mientras acaricio su rostro)- tienes la misión más importante de mi vida y es que cuides de nuestros hijos amor, será duro para mi no estar con ustedes, pero el tiempo corre y esta de nuestro lado –(digo con referencia a mi Vega)-

La atraigo a mi cuerpo y beso sus labios con amor y mientras siento como mi celoso hijo me separa de mi mujer y protesta su atención a lo que los dos reímos. Minimizó mis maletas y las guardo en mi bolsillo y me despido de mi esposa mis dos príncipes y mi pequeña en camino.

Llego a los terrenos de Hogwarts en medio de una fuerte lluvia y lo primero que hago es reunirme con todos los profesores en el gran comedor para cena de inicio de año.

A mi lado en la mesa del gran comedor se encuentra Pólux en mi lado derecho y al izquierdo Snape con su cara amarga desde que supo que no tenía el puesto de maestro de DCAO este año tampoco.

La cena estaba transcurriendo con normalidad hasta que Dumbledore se puso al frente para dar el discurso de bienvenida e informar que Hogwarts será la sede del torneo de los tres magos. El discurso se ve interrumpido por la intromisión del nuevo profesor de DCAO que solo yo se su verdadera identidad, pero con la apariencia de Ojo loco el ex cazador de magos tenebrosos para Azkaban por el es que ese lugar está lleno.

Su llegada a el castillo es el inicio de mi misión, que debo hacer a espalda de todos, y se que será mala pero mejor así, los demás tendrán más oportunidades y Snape podrá seguir dentro de las filas sin ser detectado como un traidor.

El cielo encantado de Hogwarts se vuelve una tormenta y Ojo loco con un hechizo la finaliza dejando paso a una luna emergiendo entre nuves.

Después de la cena me dispongo a ir al área de profesores cuando me veo interceptado por Ojo loco.

-Luces igual que Fedro –(dijo poniendo su bastión en mi pecho y no dudo en apartarlo mordaz)-

-No soy ese inútil  -(dije con frialdad)- ¿tanto extrañas a mi padre?, por eso te mando tu padre a Azkavan.

-¡Qué sabes tu mocoso insolente!, por cierto ¿Cómo está tu dulce madre?

Sonrió con suficiencia y sin dudarlo no dude en tomarlo del cuello y estamparlo en la pared mientras le doy una mirada tan fría como un Iceberg que lo hizo estremecer.

Theodore Nott/Tras Las Sombra Del Elegido 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora