Capitulo 20

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Estaba girando, daba vueltas y vueltas sobre mi propio eje, me encantaba hacer eso, tome mi patín llevándolo a mi cabeza y arqueando la espalda, me había llevado años ser tan flexible pero al final lo habia logrado.

Había algo mágico en patinar en girar, en encontrar esa libertad, a veces se sentía como volar, otras como flotar en el agua o arder en llamas... Era especial, sonaba cursi pero era la única palabra que coincidía con el sentimiento. Amaba patinar, era como respirar, yo no era nada sin el patinaje.

Pla! Pla! Pla!

Un par de aplausos resonaron en el estadio vacío, me detuve a ver de quién se trataba, me encontré a un castaño y oji-azul

-Frost —Susurre a mi misma, él estaba en la penumbra casi parecía otra sombra —¿Que haces aquí?

Hablé más fuerte dirigiendome a él. Me detuve a unos metros, él estaba recargado en la baranda que rodeaba la pista

-Precioso —Sonrio—

-Adrien es enserio ¿que haces aquí? —Me acerque hasta quedar frente a él —

-¿Yo? Nada. Solo veo un cisne patinar —Sus labios se extendieron en una sonrisa, pero al ver que yo no sonreía agrego—Entonces... ¿Tienes hambre?

Enarque una ceja y él me tendió una bolsa de comida

-Se que no es mucho, pero John mencionó que estás aquí desde temprano —Tome la bolsa con recelo —Es una hamburguesa, con papas y jugo. No es una comida ejemplar pero no hay muchos restaurantes por aqui

-Burger King —Dije mirando el logo de la bolsa. Parecía increíble pero no había notado toda el hambre que tenía hasta ahora —

-Si... Entiendo si no-...

-No —Lo interrumpí —Es... Es perfecto. Gracias

Él me observo sorprendido —Yo... No es nada. Julieth

Me senté en las gradas y abrí la bolsa, él se quedó de pie observándome —Sientate —Indique, él obedeció. Le di un mordisco a la hamburguesa en silencio —Mmm... Esta deliciosa —Le sonreí con amabilidad. No sabía cómo actuar con él, está mañana me había defendido, lo agradecía, pero que más debía decirle. —¿Ya comiste? — pregunté. Sus cejas se juntaron a la vez que sus ojos azul océano me enfocaron... Tenía ojos... Muy bonitos—

-No —Respondio con delicadeza sin despegar la mirada —Pero no te preocupes no tengo hambre.

Mentira

-No eres muy bueno mintiendo ¿Lo sabías? —Parti la hamburguesa en dos y le entregué la mitad. Él me observo estupefacto —Anda come.

Adrien tomo la hamburguesa y le dio un mordisco. Casi vi la gloria en sus ojos.

-Mmm... Tenías razón... Esta deliciosa —Se apresuró a darle otro mordisco y me reí por su afán —¿Qué?

-Nada —Le sonreí con los labios cerrados. Él me dio un empujoncito, receloso de mi reacción, pero solo reí —

Comimos en silencio —Yo... Quería agradecerte —Murmure —

-Ya me agradeciste por la hamburguesa —El me sonrió y recargo en el asiento mirando al frente —

-No... Es decir, si, pero también por lo de esta mañana

-Eso... —Él miro al frente dándole otro mordisco a su hamburguesa, observé su perfil hasta que terminó de masticar y hablo —Lo lamento.

-¿Por qué? —Pregunté —Tú no hiciste nada.

-Lo sé. Pero te aseguro que se lo lindo que es que te repudien por tu origen. —Mire al frente y por alguna razón recordé la melodía de Rasputín... Supongo que a todos nos molestaban por algo. Sacudí la cabeza volviendo a la conversación.—

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