Avances

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Esa noche, Izuku tuvo un intenso sueño donde revivía una y otra vez su salida con Kyoka al local temático. En el mundo de morfeo, se visualizaba teniendo múltiples citas y momentos agradables junto a Jirou. Al despertar sobresaltado en la mañana, con el corazón acelerado, Midoriya intentaba procesar el significado de aquellas imágenes nocturnas. ¿Sería solo el reflejo de la buena impresión que Kyoka le había causado el día anterior? O tal vez, inconscientemente, había desarrollado sentimientos más fuertes por ella.

Izuku sacudió la cabeza, decidido a no sobre-analizar, miró sorprendido el mensaje de Kyoka avisando que no podría entrenar por dolores musculares. Preocupado por el estado de su compañera, partió de inmediato a su dormitorio llevando un botiquín de primeros auxilios.

Al llegar, tocó suavemente la puerta. Jirou abrió rápidamente, algo desaliñada por el malestar. Sin esperar invitación, Deku ingresó automáticamente a la habitación, cerrando tras de sí. Kyoka lo miró sorprendida por ese inusual atrevimiento, pero también algo aliviada. Se sentó en el borde de su cama mientras Izuku acercaba una silla para quedar frente a ella.

"Déjame ayudarte con eso..." dijo amablemente sacando un analgésico muscular. Con sumo cuidado le aplicó la crema en los hombros y espalda, masajeando delicadamente los puntos de tensión. Jirou sentía que se derretía ante ese relajante contacto.

"N-no tenías que hacer esto..." murmuró apenada.

"No podía dejarte así, somos un equipo ¿recuerdas?" respondió Izuku con su característica sonrisa bondadosa.

Ese simple pero sincero gesto de preocupación por parte de Izuku provocó que una agradable sensación cálida inundara el corazón de Kyoka. Sin poder evitarlo, una tierna sonrisa se dibujó en su rostro mientras lo miraba aplicar el ungüento.

"Listo, con esto deberías sentirte mejor en un rato" dijo Deku luego de masajear sus hombros por varios minutos. Pero Jirou deseaba alargar más ese íntimo contacto.

"Aún siento un leve dolor aquí..." comentó señalando más abajo en su espalda. Izuku tragó saliva nervioso, pero asintió y prosiguió descendiendo con el masaje.

Mientras sentía esas gentiles manos recorrer su adolorida espalda, Kyoka cerraba los ojos y dejaba divagar su mente. El sutil roce de las manos de Izuku, aunque algo ásperas, relajaba sus tensionados músculos, brindándole una reconfortante sensación.

Luego de algunos minutos que se sintieron como segundos, el peliverde finalizó guardando el botiquín.

"Listo, espero que así te alivies pront..." dijo pero no pudo terminar la frase, siendo interrumpido por un sorpresivo pero dulce abrazo de la chica.

"Gracias Izuku." susurró Kyoka, aún envuelta en la calidez de sus brazos. Su corazón latía con fuerza, era ahora o nunca..."No sé qué haría sin ti".

Ese abrazo despertó nuevas emociones en los corazones de ambos. Deseaban prolongar ese momento íntimo por más tiempo, pero Kyoka repentinamente notó el desorden a su alrededor - la ropa desparramada, sus instrumentos y útiles escolares amontonados sin cuidado. Sintió cómo la vergüenza la invadía al percatarse que Izuku estaba viendo su desaliñado dormitorio. Probablemente ahora pensaría que ella era desordenada o descuidada.

Suavemente se apartó del reconfortante pecho del peliverde, con el rostro ardiendo. "L-lo siento por el desastre, no tuve fuerzas para ordenar hoy..." musitó apenada desviando la mirada.

Para su sorpresa, Deku soltó una pequeña risa. "¿Bromeas? Deberías ver cómo está mi habitación después de mis sesiones de estudio nocturnas."

Ese comentario distendido de Izuku la hizo reír también, aliviando su bochorno.

Melodía de veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora