Rumores

Twenty-seven

28 de diciembre.22
Ezeiza Argentina

Belen Fernández

Hoy me iba a Córdoba, con Pau no fuimos juntos ya que él tuvo que ir antes por temas familiares y yo me tuve que quedar acá también por temas familiares, pero hoy nos íbamos a encontrar. Estábamos con celi preparando las valijas para ir a Córdoba.

—Belu, paulo se olvidó esto—gritó desde la habitación de invitados.

—A ver tráelo—Celi vino y me dio un short de jean.

—Este short... no, guárdalo donde estaba—dije nerviosa y se lo di.

—Te pasa algo belu.

—Celi te dije que lo guarde donde estaba.

—Belu...

—Es un recuerdo de mi...—se me entre corto la voz.

—Quédate tranquila, no importa—se fue a guardar el short—Al principio me dijiste que nunca en tu vida ibas a ser botinera y ahora mírate con Paulo, yendo a Córdoba a ver a su familia.

Fui a Ezeiza y me despedí de Celi, me subí al avión y emprendi viaje a Córdoba iba a ser una hora y pico. Me quede dormida toda el viaje, cuando desperté baje mis cosas y me quede esperándolo a Paulo en el aeropuerto. Al el llegar fui corriendo a abrazarlo y junte nuestros labios en un largo y apasionado beso.

—Te extrañe gordo.

—Yo más mi vida, bueno vamos que mi hermano nos espera en el auto—empezó a caminar y yo me quede ahí parada—¿Qué pasa?

—Estoy nerviosa de conocer a tu familia, no sé si me van a querer.

—Ay gorda—me abrazó—Son un amor mis papás, te van a querer más que a mi, vamos.

Nos subimos al auto y paulo me presento con su hermano, todo el viaje fue muy incomodo. Al llegar a la casa de los dybala, bajamos del auto y tocamos la puerta, nos abrió la mamá de Paulo Alicia y abrazo a sus hijos, después me abrazo a mi y nos hizo pasar.

—Ay ella es Belen, que linda sos hija—me dio otro abrazo.

—Gracias Alicia.

—Bueno Pauli llévala a tu habitación así deja las cosas—Hicimos lo que dijo. Bajamos y nos sentamos en el sillón con ella—Y linda, ¿Cómo se conocieron con Paulo?

—Ah bueno, con Pau nos conocimos en Qatar y.... Bueno el 18 de diciembre se me declaró y desde ese entonces somos novios.

Seguimos charlando un rato largo, llegaron los sobrinos de Paulo y nos pusimos feliz ya que iba a conocer a dolo. Yo estaba muy cansada para seguir ahí, quería descansar un rato pero me daba vergüenza irme así no más.

—Gordo, estoy cansada—le susurré al oído.

—Anda a acostarte un rato entonces, debe haber sido un embole el viaje de Buenos Aires a Laguna larga—me susurra.

—Es que me da vergüenza irme así de la nada.

—¿Qué tanto cuchichean ustedes dos?—pregunta Lautaro.

—Nada lauti—se dirigió hacia su mamá y le susurra algo.

—Belu, ¿No queres ir a descansar? Debes estar muy cansada, anda—dijo alicia.

—Es que me divierto acá.

—Anda linda debes estar cansada.

—Después subo amor—me da un corto beso ya que me puse un poco nerviosa al besarlo frente a su familia.

Subí a su habitación, fui al baño a pegarme una ducha y al salir me acosté un rato en la cama. Mientras miraba el celu alguien toca la puerta.

—Vas a comer amor?

—No, estoy cansada estaba por dormir. Pasa—grito y dejo el celu en la mesita de luz.

—Entonces me quedo con vos acá—se tiro en la cama—¿Qué hacías?

—Miraba Instagram un rato.

—¿Queres que le diga a mi mamá si podemos traer la comida acá? ¿Y vemos pelis?—se pone las ojotas.

—Bueno dale—Paulo se fue.

Paulo dybala

Baje a la cocina y estaban todos esperándonos, agarro una bandeja con dos platos y dos vasos.

—Ma puedo llevar comida a la habitación?

—¿Por qué no bajan a comer?—pregunta mi sobrina dolo

—Deben tener sus cosas para hacer.

—Nada que ver, belu está cansada entonces iba a llevar la comida arriba y veníamos unas pelis—dije mientras servía la comida en los platos.

—Bueno hijo que descansen besos—me agarro de la cara y me dio un beso en la mejilla.

Al entrar a la habitación vi que belu estaba dormida entonces dejé la bandeja y me agarré mi plato, comí, me acomode en la cama y la abracé para ya dormir.

—Descansa mi amor—le di un beso en la mejilla y me dormi.