°~La maldicion de la reina~°| Yu-Gi-Oh au

Despertar de la reina

Hace 5000 millones de años en Egipto un joven faraon estaba en el trono festejando su casamiento con su compañero la luz de su vida, el ser que protegería a cualquier costo.
Pero un antiguo enemigo se mostró en la ceremonia atacando a los presentes y hiriendo a muerte a su compañero el esposo del faraon, en vuelto en odio el faraon acabo con aquel enemigo y con el rompecabezas del milenio pidió el deseo de volver a encuentrar a su esposo en la siguiente vida; reclamando su propia vida en ese momento junto con el rompecabezas del milenio pero su esposo fue llevado a otra habitación donde descansa lejos de su faraon por toda la eternidad.

°~☆En la actualidad☆~°

Yami es alguien que la pasiona la historia egipcia pero sus métodos no son muy buenos, depende con que gente trabaje; tras encuentrar en el valle de los reyes lo que podría ser la tumba de aquel faraon no escrito en la historia, algo que lo emociona demasiado ser el primero en descurbir tal cosa y ganarle a su "amigo" Muto.

Abren las puertas de la recién descubrierta tumba polvo es salpicada en los ojos de los hombres Yami solo se pone unos lentes oscuros evitando la arena y sonriendo sadisfecho por el trabajo de esos ladrones de tumbas, un olor a muerto y un químico raro se presenta.

-Al fin...- *se adentra viendo con la literna, quitandose los lentes oscuros mostrando sus ojos color rubi intenso*
-...esto no parece ser la tumba- *dice algo apagado pero ve que hay joyas y uno que otra cosa de oro*

-Pueden tomar eso no lo necesito- *quitándose del camino de los ladrones algo decepcionado*

-Gracias señor Yami-

Así los demás que ayudaron abrir la puerta toman los tesoros Yami solo mira como toman todo a su alcanza, voltea a ver que hay un pasillo de más se adentra poco a poco sintiendo algo era aire fresco.

-¿Aire?...No es posible al menos que...- *ilumina el pasillo para ver el final y la luz topa reflejándose algo brilloso*

Camina aún más y logra divisar una gran puerta tiene el ojo de Ra en ella con una joya blanca como una perla puesta en lo que sería la pupila. Con una sonrisa, "aquí a lo mejor era la tumba" diciéndose a si mismo por fin encontrar ese faraon y descubrirá aún más del pasado de Egipto antes que todos y de su "compañero" abre las puertas lo primero que topa su vista es una luz tan fuerte que se cubre su rostro del impacto.

-¿Pero que?..-

Siente que sus piernas tiemblan cayendo de rodillas al suelo debido a una fuerza que enmana el lugar y esa luz cegadora se termina tras unas palabras.

-Maritu, finalmente hè ghjuntu-

Una voz tan suave, una tranquilidad se presenta ante el; abre de apoco los ojos y ve a un ser parecido a él, pero a la vez diferente era un poco mas bajo que el, sus cabellos como una estrella en las puntas están algo caídas; debes de ser rojo eran morados, sus mechones amarillos caídos hasta sus hombros y el mecho que debía tener alto lo tenía abajo cubriendole un poco su rostro.

Además de que era alguien con piel blanquecina que se ponía marcar fácilmente como un lienzo en blanco, sus ojos morados con un brillo de inocencia transmitía y una sonrisa con un leve sonrojo en su rostro.

-U mo faraone pudemu finalmente esse inseme- *sonriendo tomando su mano poniéndolo en su mejilla*

Esa persona aún tomándo su mano poniéndose a su altura, se acerca su rostro; Yami se sonroja, se sorprende pero algo en ese ser lo encanto que si quisiera sus labios al final se tocan besándose.

Yami abre los ojos y ve que todo era una ilusión se toca la cabeza, levantándose del suelo y mira a todo el lugar.

-¿Quien o que fue eso?...espera esa ilusion se parece mucho a...no de seguro la materia de aqui y el aire me hicieron imaginar...eso...- *se levanta, sacudiendose la poco arena en su ropa y mira las grandes puertas abiertas*