Los Nuevos Ocho Jodedores

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El primer intento del nuevo experimento; se enfocaba en ocho hombres del área del este de los Estados Unidos. Seleccionados enteramente al azar, ya que para el éxito se requería fluidez. Aunque también se tomaron en cuenta motivos tanto anatómicos como estéticos para asegurar que coincidieran en la descripción de su contraparte literaria. Del mismo modo, se sabe que los Ocho Jodedores nunca tuvieron ni la más pequeña oportunidad para tener un encuentro íntimo, ni con hombre ni mujer alguna; ya sea por su aspecto o porque eran malas personas. Los Nuevos Libertinos también tuvieron un pasado... No menos terrible, pero ese ya es otro asunto. Aclarado esto, ya puedo presentar a los primeros Nuevos Libertinos que fueron:

Ryan Barlowe, Hércules: tenía veintiséis años. Dedicado de lleno al fisicoculturismo por casi diez años antes de unirse a los Libertinos. Ryan poseía un cuerpo fuerte, robusto y musculoso sin llegar a la exageración. Su cabello y ojos eran castaño oscuro y era algo velludo. Ryan era de modales amables, su rostro reflejaba cierta ternura, características que combinaban muy bien con su apariencia fuerte y protectora. Siempre anteponía los placeres ajenos antes que los propios e inclusive en el sexo era gentil, pero firme. Pero su cuerpo magnífico no estaría completo sin el fantástico pene que tenía. Aun cuando este era bastante promedio, sabía darle un gran uso siempre. Él era activo. Su secreto era que fue el único que sabía de qué se trataba el proyecto y fue escogido antes que los demás para ser instruido en Conocimientos Prohibidos. Sólo él poseía esta información y se le dio para utilizarla como más le convenía. Fue el más apto para esta idea.

Jamie Carson, Antínoo: con veinticinco años, era uno de los miembros más valiosos de la Academia de Danza de Terpsícore Haniver antes de estar con los Libertinos. Atractivo en demasía, de rasgos elegantes y simpáticos y un cuerpo ligero, delgado y marcado por los movimientos de una vida de danza. Su cabello era castaño claro y por el resto de su cuerpo era completamente lampiño. De inocente no tenía nada, pero sabía fingirlo para sus conquistas clandestinas que tristemente siempre acabaron en arrestos. Gracias a todo el ejercicio que hizo, tenía uno de los traseros más marcados y apetecibles que se hayan visto jamás. No hace falta decir que era exclusivamente pasivo a pesar de poseer un pene cónico que, se dice, es el más apto para cualquier penetración. Su secreto era que conocía todos los puntos débiles del esto de sus compañeros.

Oscar Romualdo, Torrepija: tenía treinta años, era de origen latino. Oscar era un albañil que vino en busca de una mejor forma de vida pero sin mucho éxito. Cuando estaba por rendirse, fue reclutado con los Libertinos. En contraste con el resto, Oscar era poco o nada agraciado, y a causa de esto nadie nunca le había dado una oportunidad en el amor. Era de facciones toscas y su nariz estaba torcida, pero era un buen hombre y no tenía ni un ápice de maldad. Era más alto que Ryan, su piel era morena y su cabello era negro. También era algo velludo, aunque su mayor atractivo era su pene, el cual podía levantar cuando él lo decidía, sin necesidad de excitación previa; del mismo modo este era algo curvo, lo que le venía de maravilla a la hora del acto sexual. Su secreto es que antes era bisexual, pero que encontró lo que buscaba con los hombres más que con las mujeres.

Hans Kovalic, El Cipote: con apenas veinte años, era un chico noruego que vino a visitar Estados Unidos y terminó por unirse a los Libertinos. Hans tenía la piel muy clara, casi blanca, salvo por sus mejillas un tanto cuanto rosadas; pese a esto, no le faltaba virilidad y era sin duda el más alto y fuerte del grupo. Su cabello era rubio y sus ojos grises. No entendía mucho el inglés, pero le gustaban las ideas de sus nuevos compañeros a la hora de tener sexo. Era muy alegre, efusivo y risueño, sin mencionar ruidoso, y se pasaba la mayor parte del tiempo cantando y esperando ansioso la noche. Sorprende que a su corta edad tuviera un pene tan desarrollado que alcanzaba casi los veinte centímetros; desafortunadamente, le faltaba aguante. Era el único que no tenía secretos, aunque cabe decir de él, que extrañaba con melancolía a su patria en ocasiones. Él era activo. Aunque algo que podría contar como secreto, es que era capaz de ver fantasmas.

Hotaru Kimura, Invicto: tenía veintiocho años y antes era un artista marcial en el que todos veían al legendario Masahiko Kimura por su increíble parecido y talento para el Judo. Fue perseguido por los medios y la policía cuando se descubrió que estaba más que consciente de su homosexualidad. Luego terminó con los Libertinos. Encontró paz lejos del ojo público con nosotros. Hotaru era disciplinado, fuerte y un combatiente muy capaz; y, aunque ya no peleaba, en ocasiones hacía demostraciones para los Libertinos. Él era serio, pero muy agradable. Algunos en la casa lo consideraban vigoréxico, pero es sólo que le gustaba entrenar. Bajo su figura honorable, estaba un grueso miembro que sin duda dolía al entrar por cualquier lado. El único secreto que tenía, es que intentó algo para curar su homosexualidad, pidiendo ayuda a un grupo muy sospechoso. Según estudios contradictorios, Hotaru podría ser la reencarnación de Kimura.

Tadeo Selkirk, Vulcano: con veintiún años, era un chico despreocupado con interés por la música que terminó en las calles una vez descubierta su homosexualidad. Entonces terminó con los Libertinos. Era bajito, robusto y de cabello lacio, aficionado al Metal y a otros géneros similares. Esbozaba cierta tristeza, pero en realidad solo era reservado. Fue el único que rechazó a Antínoo y por ello éste último lo odió a más no poder. A pesar de que parecía un chico promedio, tenía el gran talento de eyacular un gran número de veces; llegando hasta treinta en una ocasión. Su rasgo distintivo eran sus testículos, que eran notablemente grandes, pero sin parecer grotescos. Su secreto es que era abusado en su vecindario por verdaderos pervertidos, que nunca recibieron su castigo.

Doyle Harris, Gran Porra: tenía veintisiete años y sus grandes dotes le dieron el nombre de Gran Porra entre los Libertinos. Poco o nada se sabe de su pasado antes del grupo. Era delgado, alto y tiene un mohicano muy atractivo junto a un gran número de tatuajes por todo su cuerpo. Su nombre lo obtuvo gracias a su gran miembro de dieciocho cm, que hacían buena competencia a los casi veinte de Hans. Doyle era hábil en todo tipo de sexo y es por ello que fue versátil, aunque prefirió el sexo oral. Su secreto es que dirigía un grupo insurgente para reestablecer la libertad de orientación sexual; probablemente relacionado con nuestra organización. Su nombre en este grupo, era East Marven, como el reconocido criptozoólogo y fotógrafo. Era un hombre misterioso, poco común, por no decir excéntrico, y rebelde en gran medida que siguió nuestras reglas únicamente por la falacia que le metimos de que teníamos amenazado a su grupo.

Etiénne Simmons, Pan: con veintiocho años, era un adicto a las fiestas y su celebración ya estaba por costarle mucho más que una bancarrota antes de llegar a los Libertinos. Era el único que se ha ganado dos sobrenombres, el primero Pan, y el segundo Sátiro. Sus atributos son variados, era muy velludo, sus cejas estaban bien pobladas y tenía una barba fantástica que hacía juego con su gran sonrisa. Él congeniaba de manera perfecta con todos sus compañeros y era el más experto en el campo del sexo. Un encuentro con él, a menudo terminaba en una orgía de toda la noche. Etiénne tenía un pene muy curvo y eso hacía que le fuese casi imposible penetrar a otros, pero por otra parte disfrutaba recibir el sexo oral por parte de sus compañeros. Era versátil. Su secreto es quizá el más terrible de todos, ya que una vez estuvo emparejado con una mujer, y no sólo eso, sino que se casó con ella, y por demás tuvo una hija que no conocía su paradero real.

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