Los Nuevos Libertinos

Las Cuatro Maravillas

Para agregar un poco de presión, los Libertinos fueron organizados por parejas y a cada par se le asignó una Maravilla, que era no menos que un chico homosexual poco común. A partir de esto, los Libertinos iniciaron a estos jóvenes, mayores de quince y menores de dieciocho, en el fino arte de la intimidad. Los pares veían a sus maravillas cada fin de semana y tenían sábado y domingo para trabajar con ellos. La pareja de Libertinos con el mejor resultado pasados los fines de semana del primer mes, recibió algo así como un regalo o recompensa especial, que les ayudó mucho el resto del programa. Dicho y hecho, las parejas y sus Maravillas correspondientes fueron:

Hércules y Vulcano: Lienzo/Lance. 17 años.

Lance era el mayor del equipo de las maravillas; con diecisiete años y muy resistente al dolor, pero su rasgo no tenía nada que ver con masoquismo. Lienzo, el nombre al que respondía, se lo debe a su miembro de dieciocho centímetros, con una forma ahusada y que estaba tatuado con flamas fosforescentes. Tenía además perforados los pezones y el glande. Lienzo era temerario, orgulloso, impulsivo y poco sutil. Exhibicionista, se lo podía ver con poca o ninguna ropa paseándose por la mansión sin pena alguna.

Antínoo y Pan: Doble Problema/Griffin. 16 años.

Siendo un chico tímido y que no solía ver a la gente a la cara cuando hablaba, Griffin era un afortunado chico que nació con difalia, una extraña condición genética que le otorgó, no uno, sino dos penes a su disposición. No hace falta decir que no todos los casos de esta condición son exitosos, pero Griffin fue bendecido con dos miembros ambos de dieciséis centímetros completamente funcionales. Sus mentores tuvieron trabajo con sacarlo de su caparazón, pero el resultado... es mejor que ustedes lo contemplen.

El Cipote y Gran Porra: Príapo/Bruno. 16 años.

Bruno, a sus escasos dieciséis años, era un homosexual declarado muy vivaz, alegre y en exceso amistoso; tanto o más exhibicionista que Lienzo. Su nombre, Príapo, le quedó a la perfección, ya que tenía un pene de treinta centímetros, superando por mucho a uno de sus tutores, El Cipote. Sin embargo, él también se hizo notar por su erección perpetua y siempre estaba excitado en cierto grado, uno de los más calientes de toda la mansión. El nombró a su equipo Los Tres Mosqueteros, por sus obvias espadas.

Torrepija y Invicto: Autófago/Tamil. 16 años.

Con tan sólo dieciséis años, Tamil era un chico perezoso pero con gran interés por el arte como Torrepija. Sus respuestas en una conversación solían ser sí, no y una gran variedad de gestos y señas corporales. De andar pesado y mirada caída, Tamil recibió el extrañísimo título de Autófago, ya que era capaz de hacerse a sí mismo una felación perfecta gracias a su flexibilidad. El hecho de que su miembro tuviese un tamaño en exceso promedio, (hablamos de unos quince o dieciséis centímetros) sólo hace que esta hazaña sea más increíble y sorprendente. Era fan de procrastinar todo asunto.