Año 2009

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6 de mayo 2009

Tome apresurada el periódico que estaba puesto en la mesa. La señora pareció asustarle mis movimiento bruscos, que de un pequeño brinco se alejó de mi.

— ¿En que año estamos?—. Mire a la señora desconcertada, esperando que aquel periódico fuera antiguo. Muy antiguo.

— 2...2009–. Sus palabras tartamudearon, parecía estar sorprendida por mis acciones.

Mi piel se erizo al escuchar esas palabras. Supuse que era una pequeña broma por parte de ella, pero esta no parecía dar alguna otra palabra sobre el tema. Bote el periódico en aquella mesa volviendo a buscar mi teléfono que no lo sentía por ningún lado.

— Muchacha. Si usted no vive en este edificio le pediré que se retire por favor. O llamaré a la Policía.

Al no sentir aquel teléfono mire a la señora que parecía estar asustada. Suspire pesadamente y decidí obedecer alejándome de aquel sitio.

Ya afuera todo parecía estar normal, excepto el diseño de los edificios a mi alrededor, las personas y sus atuendos inusuales incluso que muchos niños parecían estar yendo al colegio.

Seguí caminando ignorando las miradas que la gente me echaba por mi atuendo. Al parecer era la única chica que estaba vestida así en estas calles. Camine hasta poder mirar la cafetería de la cual había salido antes de todo esto la noche anterior, seguía sin creer que estuviera en el año dos mil nueve. Incluso sonaba peor al creer que ahora fuera mayo cuando ayer era septiembre.

La confusión divagó por toda mi cuerpo al no poder ver aquel lugar extraño. Al caminar decidí entrar a un colegio donde había muchos adolescentes, todos vestían con ropa de la temporada super antepasada. Todo cuadraba con los tiempos de aquel año. Las miradas de aquellas personas no tardaron en fijarse en mi. Tal vez sea por mi corte de cabello, o mi maquillaje. Pero creo que es por el atuendo que llevo.

Ignore a todos y entre al plantel. Por lo que no tarde en descubrir que esto era una secundaria. Ingrese corriendo a los baños, entre a uno disponible y cerré con seguro la puerta. Deje mi bolso en el escusado, me hinqué apoyando mis rodillas con el suelo y comencé a revolver las cosas que llevaba dentro. Todo era un desastre ahí así que me costo demasiado poder sentirlo. Luego de sacar mis libretas sentí lo que parecía ser mi teléfono. Por fin. No tarde en tomarlo y encenderlo, este parecía estar apagado completamente por que por más que intente prenderlo, está cosa nada más no prende. Bufé.

La puerta de los baños se abrió haciendo un gran ruido. A la vez se escuchaban las voces de algunas chicas. Me quede en silencio y no hice algún movimiento que pudiera delatarme.

"Escucharon que la gente está comparando a los Jonás brother's con Tokio Hotel.

De seguro que lo están diciendo todas esas darketas. Que ridículas.

También lo había visto en una revista. No entiendo que le ven a esos emos."

¿Tokio hotel? ¿Jonás brother's? ¿Darketas?
Todo me sonaba confuso. La puerta rechinó nuevamente dando a entender que habían salido. Suspire y volví a guardar las cosas que se me habían tirado.

Abrí delicadamente la puerta y salí de aquel inodoro. Mire a todos lados pero la presencia de cuatro chicas me hizo dar un pequeño brinco hacia atrás. Eran cuatro adolescentes con vestimentas muy particulares. No eran nada parecidas a las de mis tiempos. Una tenía el cabello un tono rubio amarillento. Creo es teñido.

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