UNA TARDE CON EL EMPERADOR

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CAMAROTE DE SU MAJESTAD, CIRO AMBAR DE RYK:

Faltaban solo una hora para partir a la casa de la Familia Meldea y lejos de preocuparse por eso, su mirada se concentraba en el papeleo de su escritorio.

Dos toques en la puerta interrumpieron las acciones del Emperador.

-sin mirar la puerta~Adelante!-

-una sirvienta camino y se reverencio ante el ~su majestad, el mañana de Grayscoll vengo a avisarle que el baño y el vestuario para la visita a los Meldea está lista -la chica hablo de forma sumisa y servicial-

~Oh!, perfecto -se levanto dirigiéndose a la salida ~y era solo eso? -la sirvienta pareció reaccionar-

~Oh, disculpe su Majestad -hablo nerviosa ~también han llegado cartas de la India y Egipto -bajo rápido la cabeza ~junto a mensajes de la llegada de los puentes unificadores-

-saco un largo suspiro ~parece que tendré el triple de trabajo -murmuro mientras salía del cuarto y volvió a hablar con la mujer que temblaba por su error ~deja las cartas en mi escritorio, las leeré en cuanto vuelva y no te preocupes solo presta más atención -su mano le palmadas en la cabeza-

~Si, Le agradezco Majestad -Ciro asintió y se dirigió a prepararse, eso hizo que no notara el sonrojo y sonrisa boba de la sirvienta ~Es tan Genial-

MANSIÓN DE LA FAMILIA MELDEA:

Los empleados iban de aquí para allá, moviendo, limpiando y acomodando cada lugar para que quede perfecto y sin imperfecciones.

El comedor donde se haría la cena mostraba una elegancia Marloneana muy distintiva, la mesa tenía manteles de seda blanca, la platos y cubiertos se notaban hechos de porcelana fina e incluso se podría apreciar hermosas gemas celestes incrustados en vasos o tenedores.
Daba el caso que más que una simple cena parecía un Banquete de la realeza.

En una de las habitaciones se encontraba el trío de hermanos preparándose para el momento.

~Hermana no crees que estas exagerando un poco -la voz del alfa mayor mostraba su incomodidad por las ropas que llevaban-

~Claro que no, recibiremos al mismo Emperador De Grasycoll no debemos vernos mal -se podían jurar ver flamas en Ravis-

-un suspiro se oyó del más joven ~No te preocupes así como vestimos es suficiente -sus hermanos lo vieron atentamente ~algo me dice que lo importante no es la vestimenta-

~Supongo pero tu también te ves muy elegante Jadecito -hablo burlonamente su hermana mirando la ropa del omega-

Los tres hermanos sabían un poco del monarca extranjero por historias o rumores, pero gracias a la audiencia se hicieron una idea de que tipo de persona era, era un rey dedicado a su Nación y alguien que no soportaba las faltas de conducta de nadie incluso si pertenecían a la nobleza. Eso le agrado un poco a los hermanos, desde jóvenes sabían como el poder puede corromper al ser más inocente y puro.

Querían ver en persona que tipo de persona era.

Ravis llevaba una chaqueta sobre sus hombros de color azul marino, camisa blanca con un estilo propio y un pantalón negro noche con botas del mismo color pero con reflejos blancos.

"𝓔l 𝓔𝓜𝓟𝓔𝓡𝓐𝓓𝓞𝓡 𝓢𝓘𝓝 𝓘𝓖𝓤𝓐𝓛" Las Joyas De La PrincesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora