S. P.
Me remuevo un poco para poder acomodarme mejor, no quiero levantarme de la cama.
Max se quedó aquí, conmigo, y me siento muy bien con eso.
Está dormido de costado y puedo ver su rostro relajado.
Es muy bonito.
Lo abrazo pasando mi brazo por su hombro, lo acerco un poco a mí poniendo su frente en mi pecho y lo acaricio, siento como se remueve y busca más contacto y calor.
Me gusta que haga eso.
— Buenos días —saluda con la voz ronca.
Luego de sacar a Charles casi a patadas, dormimos un poco, bueno, es un decir porque ya es otro día y acabamos de despertar.
— Buen día, ¿Creerás que aún no me quiero levantar? —respondo y él ríe asintiendo.
— Yo tampoco, hay que mudarnos a tu cama —sugiere acurrucándose un poco más— Pero tengo hambre.
— Voy a cocinar algo.
— No sabes cocinar además de huevos.
— Bueno, voy a pedir algo.
Ríe y se levanta de la cama de un tirón, talla sus ojos con pereza y me mira.
— Suena bien, ¿Puedo ducharme? —pregunta y asiento al instante— Si vas a pedir algo, quiero algo dulce.
— Claro, entonces apresúrate, voy a pedir la comida y espero abajo.
Accede y va al baño mientras hago la orden, empezar de nuevo siempre me ha sido difícil, pensé que sería más complicado pero ahora con Max me siento mejor.
M. V.
Oficialmente tengo novio y jamás hubiera imaginado que las cosas avanzaran de este modo, por primera vez una de las ideas locas de mamá funcionó para mí.
Eso es nuevo.
Salgo del baño y voy a vestirme, traje demasiada ropa, creo que exageré. Casi vacíe mi ropero.
Salgo del cuarto y al bajar veo que él está en la mesa esperándome, al verme me da una sonrisa y hace una señal de que me siente
S. P.
El desayuno va bien, mejor de lo que pensé, hablamos de temas triviales mientras comemos y me agrada.
Revisa su teléfono cuando recibió una alerta y sonríe emocionado.
— ¿Pasa algo? —pregunto cuando dejó de comer y se enfocó solo en su móvil.
— Lo siento, es que esperé esto todo el año —informa mostrando la pantalla de su celular— Es una película que quiero ver, la estrenan mañana en la tarde y quiero verla.
Es lindo cuando se emociona.
— ¿Quieres que vayamos juntos? —me pregunta sonriendo.
— Claro, paso por ti y vamos al cine.
M. V.
— ¿Por lo menos es guapo? —pregunta Carlos mientras saca sus libretas del casillero.
— Sí, algo desesperante pero es guapo —aseguro siguiéndolo.
Le voy a conseguir una cita a Charles para que me deje en paz. Caminamos hasta llegar al salón y nos sentamos a esperar la clase.
