💔 Capítulo cincuenta 💔

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Pese a las advertencias de su hermano, Taehyung fue a buscar a Yoongi a casa de éste. Aprovecho que el moreno entró a darse una ducha, para así escabullirse de su hogar.

No pensaba darse por vencido después de todo lo que había logrado avanzar con el pelinegro, aunque realmente no sabía de qué hablaría con el mayor, no tenía nada en mente, pero necesitaba verlo, escuchar su voz, tener la certeza de que todo estaría bien, de que nada iba a cambiar entre ellos.

Tocó con impaciencia la puerta, aguantándose las ganas de entrar sin avisar con la copia de la llave que aún tenía en su poder, porque esta vez quería hacer las cosas bien, actuar con madurez, aunque no sabía si podría lograrlo.

Después de algunos segundos que al menor le parecieron eternos, Yoongi abrió la puerta, viendo con sorpresa al pelinaranja, pues no se imaginó verlo tan pronto, menos frente a la puerta de su casa.

—Hola hyung— saludó el menor con timidez —¿Cómo estás?

—Sorprendido ¿Qué haces aquí?— el mayor asomó su cabeza en la puerta para asegurarse de que Namjoon no se encontrara por ahí, esperando a que abriera para lanzarse sobre él.

—Quería verte hyung, necesitaba verte— la voz del menor sonaba triste y el pelinegro lo notó de inmediato.

—Entra, es mejor que hablemos adentro.

En el momento en que Yoongi cerró la puerta y se volteó, Taehyung se abalanzó sobre él y lo abrazó con fuerza, apoyando su cabeza en el hombro del mayor. El pelinegro colocó sus manos en la espalda del menor y lo acarició, tratando de reconfortarlo.

—Estamos bien ¿Cierto? Todo seguirá como antes ¿Verdad?

—Tae, hay cosas que no pueden seguir como antes.

—¿Pero por qué? Somos dos personas adultas hyung y nadie tiene derecho a decirnos qué hacer, a mí no me importa lo que Namjoon piense o diga, yo quiero estar contigo y eso es lo único que me interesa.

—Tae— el pelinegro se separó del menor y le agarró el rostro con ambas manos —¿No crees que sería bueno darnos un tiempo? Considero que deberíamos dejar de vernos por unos días para aclarar nuestras mentes.

—Hyung, no, no me digas eso— los ojos de Taehyung se pusieron llorosos y se le formó un nudo en la garganta.

—Yo tengo muchas cosas en qué pensar Taehyungie, me siento muy mal con Nam por involucrarme contigo a sus espaldas y también me siento mal contigo por seguirte ilusionando. Necesito aclarar mis sentimientos para saber qué dirección tomar, no podemos seguir así.

—¿Y hay alguna esperanza para mí?

—No lo sé Taehyungie, sinceramente no lo sé.

El pelinaranja no pudo más y dejó salir las lágrimas que estaba reteniendo, se sentía tan mal que no pudo seguir manteniéndose fuerte; Yoongi lo abrazó de nuevo, dejando que Taehyung escondiera su rostro en la curvatura de su cuello; verlo así le rompía el corazón, pero esta vez quería hacer las cosas bien y no seguir jugando sin intención con los sentimientos del menor.

—Realmente quisiera que las cosas fueran diferentes, pero es difícil, nuestros caminos no pueden unirse de la forma que tú quieres, eso es complicado.

El menor levantó su cabeza para ver al mayor a los ojos.

—Hyung, si me dieras una oportunidad podríamos ser felices juntos.

—Tae…

Las lágrimas del menor se intensificaron, era claro que el pelinegro no cambiaría de opinión y eso le dolía mucho. Quiso separarse del mayor y marcharse de ahí, porque se sentía muy mal, pero aquel no se lo permitió y en cambio lo abrazó con fuerza y le acarició con cariño la espalda y el cabello hasta que logró que su llanto se calmara.

Conquistándote -Yoontae-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora