Capítulo 04

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¡Genial!

Ahora no podía dormir sin esa camisa con aroma lindo.

Decidió que sólo la utilizaría hasta que la transformación termine, después su olfato no sería tan sensible y ya no necesitaría de la camisa.

Extrañaba a su familia, algunas veces su madre Alpha le leía cuentos y lo arropaba, pero la manada dijo que eso no estaba bien, no estaba bien que se encariñada con un niño que solo era una mercancía para intercambiar con los humanos, fue obligada a concebir a Naruto con un Omega para tener un Omega con sangre de un Alpha, eso sería un intercambio mucho mejor con los humanos, la sangre del Omega sería mucho mejor y beneficiosa, pero al final no se realizó ese acuerdo, Kushina no pudo entregar a su hijo a los crueles humanos.

Pero no era su culpa, se sentía asustada, tenía sólo veinticinco años y su hijo diez.

No había pensado tanto en su familia desde que escapó. Había conocido a muchas personas, no eran crueles y horribles como su manada y su madre Alpha le decían que serían, eran agradables y muy amables,

Su jefe Iruka Umino era muy amable y lo aconsejaba cada vez que podía desde que lo conoce, sus compañeros de trabajo también eran amables con él y eran sus amigos, nunca había tenido amigos antes.

Durante la noche pudo dormir bien, durante esa época es muy difícil que pueda hacerlo hasta el amanecer.

Estuvo durmiendo con la camisa puesta durante todo el tiempo que duró la transformación, ya debía devolverla, se aburría estar en ese espacio pequeño durante las transformaciones, en su manada podría continuar con su vida y estar en donde quisiera porque también el resto de la manada estaría con la transformación.

Ahora la cola y las orejas de zorro habían desaparecido por completo, podía volver al trabajo y a la lavandería, el cesto de ropa sucia había vuelto a subir y no quería dejarlo crecer como la última vez.

—Hola.

Saludo Anko cuando vio entrar a Naruto.

—Hola, Anko. Oye la semana pasada pusiste entre mis cosas está camisa.

El rubio mostró la camisa y Anko se sintió avergonzada que incluso su cara se volvió roja.

—Lo siento mucho, no me dí cuenta, es que Kurenai también estaba doblando ropa conmigo y tal vez doble esa camisa y la puse en tus cosas por accidente.

—No te preocupes, fue un accidente.

—No volverá a pasar, le daré la camisa a Kurenai cuando la vea.

Naruto quería preguntar de quién era la camisa, pero tampoco sabía porque lo haría, después de todo solo era la camisa de un extraño.

Solo tenía que hacer sus cosas y seguir con su vida normal, tal como lo ha hecho hasta ahora durante los últimos cuatro años.

En el trabajo todo fue muy tranquilo como todos los días, solo hubo un intento de pelea entre dos Alphas por un Omega, pero eso fue todo, el novio de Iruka les ayudó a sacar a ambos Alphas del local antes de que pudieran causar daños.

Esa pelea fue lo único peligroso a lo que estuvo expuesto desde que huyó.

Los días eran normales y tranquilos en esa parte de la ciudad, las personas podían dormir con las puertas sin seguro, sin miedo que alguien entre a la habitación y muerdan su cuello hasta que dejen de respirar, era su trabajo cuando estaba con su manada.

Encargarse de los enemigos había sido fácil cuando se dejaban engañar por su apariencia, su madre Alpha no pudo protegerlo del todo, era difícil que siempre estuviera junto a él cuando también tenía responsabilidades que cumplir como Alpha de la manada.

La primera vez estaba demasiado asustado cuando terminó, no podía contarle a nadie hasta que Karin apareció, y ella no entendía nada, pero aún así lo consoló y cuido durante el resto de la noche.

La segunda vez no pudo hacerlo y alguien más terminó por finalizar el trabajo.

Nunca más lo volvió a hacer, era su trabajo, pero no cumplía con el papel.

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La noche era demasiado silenciosa para su gusto, no escuchaba a ningún insecto. Se había lavado el cuerpo entero, pero aún se sentía sucio, repugnante.

La puerta corrediza se deslizó y dejó ver una figura familiar, el aroma era reconfortante. La figura se acercó a él al verlo destrozado sobre el futón.

—¿Qué sucede?— Karin lo tomó entre sus brazos mientras intentaba no llorar en el abrazo de su hermana.

Lo que había hecho fue demasiado para él, no podía hacerlo, pero lo hizo. Los Betas de la manada lo observaban y lo presionaban mientras el objetivo dormía. Estaban transformados en zorros rojos, los Betas no eran tan grandes como la Alpha, pero sin duda eran más grandes que él, si no cumplía con el objetivo de la misión sería golpeado por los Betas.

Él, al ser un Omega tenía colmillos filosos capaces de acabar con cualquier objetivo con sólo ejercer un poco de presión.

—Nada, no sucede nada—. Y no tuvo el valor suficiente para decir la verdad.




Do I Wanna Know?  NejiNaru Donde viven las historias. Descúbrelo ahora