Querido tú,
Espero estés durmiendo bien, aquí son las dos de la mañana y mi corazón no deja de pronunciar tu nombre.
Se que crees que me obsesioné contigo, pero la verdad es que me desespero, el amor que siento por ti es tan puro y tan honesto que tengo miedo a sentirlo por alguien más a futuro.
Me pregunto todo el día ¿Cómo terminamos así? Cuando hace unos meses atrás nos jurabamos amarnos eternamente.
Quisiera con todo mi ser que volvieras a mí, te recibiría en mis brazos de inmediato, sin dudarlo. Y es que siento que te pertenezco, al punto de sentirme incómoda hablándole a otros hombres, aún cuando tú dices ya no amarme.
Patética.
Querido tú, espero que de verdad seas feliz sin mi, que este sufrimiento por el cuál atravieso al menos tenga su recompensa.
Por mi parte, espero poder volver a dormir nuevamente, sin llorar tu nombre.
Me despido, quizás para siempre o quizás por el momento.
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Cartas para un duelo de amor
RomantiekPara él y para mí Las palabras que surgen del corazón durante el duelo
