𝐌𝐀𝐓𝐈𝐋𝐃𝐀 ━━Teen Wolf.

Capítulo 4.

–No, no, no. Es todo tuyo –el latino volteó la mirada y soltó una risa cuando sus mejores amigos alzaron un pulgar en forma de felicitación.

Matilda hizo una mueca al no encontrar un asiento, pero un suave tirón de su mano hizo que observará a Eider.

–Vamos, bolita de nieve, la Willy Wonka tiene un asiento reservado para nosotros –el italiano hizo un movimiento con sus cejas, provocando la risa de Matt.

–No se como es que tengo dos años aguantandote –dijo la chica de mechón blanco rodando los ojos.

–Por que soy tu mejor amigo y me amas –contesta Eider y le dio un beso en la mejilla a Matilda antes de correr hacia el asiento frente a la pelirroja, haciendo que Matt le sacara la lengua.

–Dios, eres un tramposo –el azabache dejó escapar una carcajada ante eso, Matilda tomo su mochila y le dio con ella en la cabeza.

Brett sintió sus ojos llenarse de lágrimas al ver a Matilda Wells sana y salva. Sintió una punzada de dolor en el pecho cuando miro a un azabache jugar de la misma manera que él hacía con Matt y ella llamandolo su "mejor amigo". Aunque le dolía que Matilda lo cambiará, le alegraba más saber que Matt estaba bien y estaba con vida.

Willa Lykensen sintió que su corazón saltaba de emoción al ver nuevamente a Nicholas Wells, había querido tocar el hombro del rubio, pero este salió corriendo directo hacia un asiento libre atrás de una hermosa chica morena.

–Hola, Kie, ¿está libre? –dice el rubio con nerviosismo.

–Si, todo tuyo –respondió la rizada con una bella sonrisa, provocando que Nicholas se sonrojara.

–Oh dios, estás sonriendo... Tienes una hermosa sonrisa –dice Nick aún sonrojado.

–Muchas gracias –responde Kiara con un leve sonrojo.

Willa sintió como sus ojos se llenaban de lágrimas cuando Nicholas tomo asiento detrás de la hermosa morena y se le quedó viendo embobado.

Louis levantó la mano hacia Ale, Hannah sonrió cuando el peliblanco alzó la mano y fue con él, pero sintió su sangre hervir después de ver como una chica morena se dirigía al asiento libre que guardaba Louis.

–Gracias, copito de nieve –la castaña besó cortamente los labios de su novio.

–Te amo, Moony –respondió el chico sonriendo.

–Te amo más, Lou –habla la morena sonriendo de vuelta y tomo asiento.

La sonrisa de los estudiantes se esfumo cuando recibieron un mensaje, los de Seabrook estaban confundidos ante la escena.

–El mar estaba cubierto por una densa faja de nubes negras y la tranquila corriente que llevaba a los últimos confines de la tierra fluía sombríamente bajo el cielo parecía conducir al corazón de las inmensas tinieblas –termina de hablar una mujer y se paro frente al pizarrón –esta es la última línea del primer libro que vamos a leer. También es el último mensaje que leerán en esta clase. Apaguen sus teléfonos, todos.

Todos acataron la orden de la profesora y apagaron sus teléfonos, incluyendo igual a los de Seabrook.

La mujer volteó la mirada y le dejó a los estudiantes que se presentarán, después de eso, todos tomaron asiento.