Haru -𝑍𝑜𝑠𝑎𝑛-

I: Invierno sin fin

La blanca nieve adornaba aquella residencia, los copos caían lentamente mientras el viento soplaba con aquella brisa helada apenas moviendo las ramas secas de los árboles que hacía mucho carecían de hojas verdes y vivaces

En uno de los jardines de aquella vivienda una imagen poco común podía apreciarse

En medio del jardín, en el suelo dejado allí sin cuidado yacía un paraguas de color rojo que ya tenia varios copos de nieve juntos, al igual que los copos que se aglomeraban en los cabellos rubios de quien parecía ser una estatua en medio del jardín, una simple decoración

Sin embargo estaba lejos de ser una estatua, pues sus movimientos acercándose a lo que alguna vez fue un gran rosal con flores llenas de vida, era la prueba de que quien estaba allí, era de carne y hueso tan vivo como cualquier otro

O bueno, lo suficientemente vivo pero aun, un muerto en vida

El hombre tomo una de las ultimas hojas de color marrón que tenia aquel rosal, pero con simplemente tomarla parte de ella se rompió, débil por el frio y azotada por los vientos helados, ni con un milagro aquellas flores habrían vivido en aquel invierno feroz

El rubio se preguntó si aquellos rosales eran la imagen del destino de su madre y si esta se sentiría triste al ver que las rosas que con tanto fervor cuidaba ya no existían

Otro viento helado le entumecido los huesos y se regañó a sí mismo, si se enfermaba por estar bajo aquella nevada, no podría asistir a la cocina y Zeff le daría una buena reprimenda

Con un suspiro dejó caer los restos de la hoja, resignándose a que aquel marchito rosal ya no tenía vida, con movimientos lentos tomo el paraguas y sacudió su cabeza con el ánimo de que los copos se fueran, dio un paso dirigiéndose al pasillo donde el techo le resguardará, sin embargo se vio detenido, sus ojos se encontraron con quien menos deseaba ver en ese momento

-Tan lamentable como siempre- La voz de su hermano acallo el sonido de sus pasos cuando reiteró su camino -¿Te atreves a ignorarme?- Ichiji cruzó sus brazos con una mirada molesta mientras Sanji cerraba el paraguas al estar bajo el techo del pasillo, ni un sonido salió de los labios pálidos del rubio

Sanji que estaba casi al frente de Ichiji pero no tenía ánimos de responder, ni de defenderse, ni de seguirle el juego a su hermano mimado, no entendía cual era la afición de ellos por venir a este lado de la residencia, no entendía porque simplemente lo ignoraban y pasaban su existencia por alto

Y con ello en mente, solo inclinó levemente la cabeza, en un intento de satisfacer a su hermano con una muestra de respeto y así se fuera contento y le dejara en paz, no espero respuesta y camino hacia el final del pasillo en un intento de librarse, sin embargo un fuerte agarre en su nuca le detuvo, el aliento caliente de Ichiji baño su oído mientras este apretaba con fuerza su nuca hasta el punto en que sus dedos dejaron una marca allí, no necesitaba verlo para saber el tipo de expresión que tenia en aquel momento

-¿Te crees muy astuto, eh?- se negó a sentir escalofríos ante el tono y cercanía de Ichiji, pero si estuviera en otra situación podría decir que claramente era mas astuto que el tonto hermano que estaba intimidándolo ahora - Tsk, puedo sentir tu repugnante aroma - su hermano le soltó con un empujón intentando hacerle perder el equilibrio y que cayera, sin embargo por una vez Sanji se negó a ser de parte de aquel acto y se mantuvo de pie, fue un milagro que aquello no terminara de irritar a Ichiji - Llenando el lugar de tu necesidad por ser usado como una puta y llenarte de bebes, me da asco- El odio en su voz era palpable, incluso si no lo pensara mucho, Ichiji parecía ser el que mas le odiaba de todos sus hermanos, aun mas cuando dejo de ser su conejillo de indias -Ni siquiera puedo esta cerca de tu asquerosa existencia- y con eso finalmente se alejo, para Sanji, Ichiji ya había satisfecho su delirio de grandeza humillando a otros, tal vez esa era la razón por la que le encantaba aparecer en aquel lugar, después de todo tenia su propio juguete de trapo a su total disposición