El carruaje empezó su marcha y el rubio se mantuvo como una estatua frente a los dos hombres, Yonji no fue demasiado molesto, aunque se quejaba seguido por el movimiento constante
Había sido desesperante haber pasado todo un día en el estrecho carruaje así que por órdenes de Yonji decidieron quedarse en una posada a medio camino del palacio, al día siguiente lo retomarían y llegarían al atardecer a la capital para ser recibidos en el palacio
Los soldados se quedaron en el salón para comer, Sanji fue escoltado hasta la segunda planta por Shepherd y las dos damas de honor, al parecer la habitación del rubio estaba en medio de la de Yonji y Shepherd, se aseguraban de tenerlo vigilado
La comida fue llevada a su habitación y solo en la soledad de esta pudo quitarse el velo, aunque apenas había probado bocado en el día, no quería comer la comida, pero se sentía mal al pensar en el desperdicio que generaría, entonces sentado frente al plato pensó en dárselo a una de las damas de honor, así no habría problema, pero su plan se fue al caño cuando su hermano entró a la habitación sin tocar, Sanji de inmediato se tenso, mientras el alfa entraba con pasos lánguidos, la puerta se cerró y el miedo empezó a correr por sus venas
El aroma de Yonji llenó la habitación por completo, la menta pico en su nariz con cada paso que dio el peliverde hasta dejarse caer sin cuidado frente a él, no dijo ni una palabra, se sentó allí simplemente hasta que la puerta se volvió a abrir
-Disculpen, traje él...- Era una de las damas de servicio sin embargo Yonji no la dejo terminar - Entra y déjalo, quiero hablar a solas con él- Un escalofrío recorrió la columna de Sanji, la mujer entro y dejo una bandeja redonda con una Jarra de cerámica de lo que parecía ser sake junto a una ochoko para beberlo, luego se fue dejándolos completamente solos
-Sírveme - Ordenó sin mirarlo, el rubio apretó la mandíbula, sin más opciones y tal como un sirviente tomó la jarra de cerámica y le sirvió a Yonji
Sanji volvió a su posición frente a la comida que ni siquiera había tocado, esperaría a que Yonji se fuera para entregarle a las damas de servicio los platillos, pero al parecer aquello sería imposible
-¿Sigues jodiendo con la comida? - El omega se negó a ver a Yonji, quien se dirigió a el con un tono de molestia muy propio - Deberías superarlo, idiota - Era la persona menos adecuada para decirlo, no cuando el lo había causado junto a Niji e Ichiji
- Come - Todo su cuerpo sufrió un espasmo al escuchar la voz de mando, odiaba que los alfas tuvieran tal poder para humillar a otros, se preguntaba porque la luna había sido tan injusta con los omegas quienes sufrían gracias a esas herramientas que ponían a los alfas en un pedestal
Sanji tomó los palillo temblando en un intento de negar la orden, sin embargo su cuerpo obedecía y su mente no podía detenerlo, así empezó a comer con un nudo en la garganta mientras Yonji tomaba sake, la escena podría parecer una simple noche de hermanos al verla de lejos
Sin embargo de cerca era todo lo contrario, Yonji disfrutaba ver como Sanji luchaba por tragar cada bocado, sus expresiones y su debilidad, era un castigo, Yonji le castigaba mientras bebía Sake como si estuviera viendo una obra de teatro
En uno de los bocados Sanji sintió una sensación guiada por viejos recuerdos y cerró sus ojos con fuerza mientras su mano casi partía los palillos, todo su estomago se revolvía preso de los recuerdos demasiado vívidos para su gusto
-Tsk, patético - Yonji tomó la jarra de cerámica y se sirvió más sake, sus ojos oscuros volvieron a parar en Sanji, quien estaba acabando la comida a la fuerza, el peliverde no entendía pero sentía la molestia aumentar con cada bocado que el rubio llevaba a su boca, aunque había sido por orden suya que comiera
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Haru -𝑍𝑜𝑠𝑎𝑛-
FanficSanji amaba la primavera, vivió su infancia en ella y sus años más felices estaban llenos de los colores que aquella estación traía consigo, sin embargo ahora estaba en medio de un invierno que le entumía los huesos, le quemaba la piel y le quitaba...