🅒🅐🅟🅘́🅣🅤🅛🅞 2 ²/²

1.7K 107 19
                                    

Harry saboreó ese líquido antes de sacarlo de su boca y tomarlo con sus dedos, mirándolo entre extrañado y entre excitado.

Malfoy se recuperaba tratando de normalizar su respiración, vió a Harry sacando su semen de su boca y mirándolo entre sus dedos, está de más decir que esa vista lo afectó, y mucho.

El rubio se agachó a la altura del castaño y lo tomó de los brazos, levantándolo junto con él.

– Te voy a devolver el favor, Potter, ponte sobre el escritorio.

Le dijo mientras lo acercaba hasta a el, cuando llegaron frente al escritorio Draco lo subió a éste y fue su turno de quitarle la ropa interior al otro.

Ágilmente se la quitó, dejando al descubierto el miembro erecto de Harry, quien se encontraba con una respiración tan desordenada como su cabello.

– ¿También te pondrás de rodillas, hurón?

Le preguntó mientras ponía una sonrisa que Malfoy identificó como coqueta y al mismo tiempo irónica... Y él amaba la ironía.

– Puede ser, pero prefiero mostrarte de qué son capaces mis manos.

Respondió el rubio antes de tomar el pene de Harry entre sus manos y apretarlo suavemente, para después comenzar a subir y bajar sus manos con un ritmo tortuoso para el castaño, que solo podía temblar y suspirar bajo el tacto de Malfoy.

Draco, por su parte, no estaba del todo concentrado en ese momento, ya que durante toda la maldita noche se había preguntado porqué carajos había sido llamado por Harry, si se llevaban tan mal era algo ilógico.

Aunque no podía negar que más que odiar al castaño le atraía, y más que querer hostigarlo quería tomarlo, tomarlo solo para él, quería que fuera completamente suyo.

– ¿Por qué a mí? - preguntó de la nada mientras seguía moviendo sus manos sobre el glande de Harry - ¿Por qué me hablaste a mí y no a otro?

– No lo sé...

Respondió Potter entre jadeos, con voz temblorosa intentando no cerrar sus ojos por completo ante el disfrute de las manos del rubio.

Harry - dijo con voz fuerte y casi severa Draco, no solo quería si no que necesitaba saber la verdad.

– Es que... No lo sé ¿Ok? Solo sé que te he tenido en mente toda la maldita noche, solo sé que en cuanto tuve mi teléfono en mis manos no se me vino nadie más a la mente que tú.

Le soltó Harry ya entre gemidos, pues el agarre de Malfoy se hacía cada vez más fuerte y sus movimientos cada vez más rápidos.

Draco no sabía que pensar, era claro para él que de su parte sí habían segundas intenciones en todas esas veces que molestaba a Harry, sabía que lo hacía para que el castaño lo notara.

Necesitaba entrar (de cualquier modo y a toda costa) en la vida de Potter, y si debía hacerlo mediante sus bromas pesadas, insultos y hostigamientos lo haría.

Sabía que no era la mejor forma, pero no le quedaban muchas opciones desde que «el idiota» de Ron Weasley se rió de él en primer año.

Ese pelirrojo imbécil le había hecho perder la única oportunidad de ser amigo de Harry (o eso era lo que quería creer).

Draco acercó un poco más su rostro al de Harry y quitó una de sus manos del glande del chico para acercarlo, lo tomó del cuello con suavidad y lentamente lo acercó hasta a él, tanto que solo quedaron escasos centímetros de distancia entre ambos rostros.

– No es tan difícil decir la verdad ¿Cierto, querido Potter?

Y ni siquiera lo dejó responder cuando lo jaló tan rápido que Harry ni siquiera pudo procesarlo.

𝐁𝐞𝐚𝐮𝐭𝐢𝐟𝐮𝐥 𝐞𝐲𝐞𝐬 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora