🅒🅐🅟🅘🅣🅤🅛🅞 4

1.4K 85 7
                                    

Tal como lo había previsto, estaba teniendo una noche muy pesada, tenía sueño, pero no podía dormir, cada que cerraba los ojos y lo intentaba las imágenes de él con Draco en la torre de astronomía inundaban su mente.

No solo las imágenes, en ese momento Harry podía volver a sentir todas y cada una de las sensaciones que vivió con Draco, que éste le había hecho sentir.

No sabía qué hacer para poder descansar, así que tomó el teléfono y repitió la acción que lo había llevado a vivir una de las noches inolvidables de su vida.

Le mandó un mensaje a Draco.

Le mandó un mensaje a Draco

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Después de eso la mente de Harry quedó peor, no se explicaba porqué el rubio había actuado de tal forma con él, si hace apenas unas horas atrás había sido tan transparente, tan diferente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Después de eso la mente de Harry quedó peor, no se explicaba porqué el rubio había actuado de tal forma con él, si hace apenas unas horas atrás había sido tan transparente, tan diferente.

No tuvo más opción que apagar el teléfono y mirar hacia la nada, disociando acostado en su cama con nada más que unos cuantos rayos de luna entrando por su ventana.

Tardó horas pero al final lo consiguió, se quedó dormido, lastimosamente lo hizo a tres horas de despertar.

Y aunque agradeció esas tres horas de sueño, se maldijo a sí mismo por haber pensado demasiado, sabía perfectamente que la culpa de su insomnio habían sido esos malditos pensamientos, pensamientos sobre un rubio, rubio que se encontraba frente a él riendo y charlando como si nada con sus amigos.

Todo Hogwarts se encontraba en el gran comedor tomando el desayuno, y aunque Dumbledore notó que una de las casas tenía un aspecto horroroso y muy desaliñado no dijo nada ¿Para qué? No importaba, claro que no, siempre y cuando esa casa fuera Gryffindor, claro.

Volviendo a Harry, el castaño se encontraba con un dolor (insoportable, desde su parecer) de cabeza, tenía a Ron al lado suyo, a Hermione frente a Ron, un plato lleno de comida justo frente a él y aún así lo único en lo que podía concentrarse era en observar al rubio que estaba a la otra punta del comedor, literalmente.

Sus amigos notaron eso enseguida, no eran tan tontos como para no ver lo raro que estaba Potter, solo había tomado tres cucharadas de su plato, no estaba hablando como acostumbraba, ni siquiera les estaba prestando atención.

𝐁𝐞𝐚𝐮𝐭𝐢𝐟𝐮𝐥 𝐞𝐲𝐞𝐬 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora