Capítulo 30

706 117 205
                                    

Aisha Fuller:

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Aisha Fuller:

Han pasado varios días desde que me despedí de Asiel. No he ido al hotel, tampoco al grupo de ayuda mutua. No hace falta que regrese a este último, creo que esas personas hicieron mucho por mí en esos encuentros. Además, no quiero ver a Beth. No la culpo, ella solo le estaba guardando un secreto a su hermano, y yo solo soy alguien al azar.

También hablé del divorcio de mis padres en ese grupo, ojalá me hubiera dado cuenta antes de que todo se trataba de Greg. Aunque tampoco le voy a quitar créditos a la forma en la que me enteré de la separación de mis padres, porque dolió.

Cleo me ha dejado varios mensajes, mas no he respondido ninguno y no hace falta que lo haga. No me hace gracia perder a otra amiga, pero estoy buscando la forma de poder ver su rostro cuando me diga que lo supo todo desde el principio.

Tengo cosas que resolver antes de hablar con cualquier otra persona.

Mis padres pidieron reunirse con mi hermano y conmigo en la cocina. Supongo que quieren cerrar lo que iniciamos hace tiempo.

Zack y yo estamos sentados el uno al lado del otro, por elección propia, no porque nuestros padres nos obligaron. Y lo aprecio. Ha pasado mucho tiempo para que él acepte que respiremos el mismo aire, pero estoy feliz de que tal vez mi hermano y yo podamos volver a ser amigos.

Además, su compañía ha sido todo lo que me ha hecho bien. Nos mantenemos en silencio, pero siento como si estuviéramos teniendo una conversación psíquica o algo así. También mis padres han estado a mi alrededor, recordándome en silencio que están ahí para mí.

Me enfoco en mis progenitores, están el uno al lado del otro, dándose apoyo para hablar con mi hermano y conmigo. No hace falta preguntar quién de los dos va a iniciar la conversación, es obvio que lo hará mi madre. Mi padre siempre ha sido su apoyo, ella suele hablar mucho, pero he visto el aumento de su seguridad cuando Peter está cerca de ella.

—Bien —empieza Brenda, confirmando mis sospechas—. Les debemos una disculpa —mi padre aprieta su mano encima de la encimera—. Esto era lo que queríamos evitar. Por esa razón, guardamos el secreto de nuestra separación —nos dedica una sonrisa triste—. Ustedes eran tan felices, no quisimos arruinar esa felicidad con la declaración de nuestra separación.

—Y así lo hicieron —comenta Zack—. Lo empeoraron todo.

—Lo sabemos —comenta mi padre—. Y nos estamos disculpando.

Mi madre le dedica una mirada significativa, y mi padre decide no seguir hablando.

—Lo sentimos. Ya no sabemos qué más hacer —mi madre hace una mueca triste—. Estuvo mal que se enteraran de esa manera. Yo... Nosotros no queríamos tener un divorcio tan complicado, pero sucedió de todas formas. Sé que no podremos recuperar el tiempo perdido, pero estamos aquí, dispuestos a intentar arreglar las cosas con ustedes.

Cada cuatro añosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora