kiss my ghost - soojun

O1 | atractivo.

todo lo que yeonjun podía sentir era el frío.

había tenido un interesante día de universidad demostrando nuevamente su soledad, por que si ser hablado por una sola persona en todo lo que llevaba de curso, definía interesante, entonces su día había sido él más interesante de todos.

—estoy en casa —anunció quitándose su abrigo, el invierno había caído en seoul por lo que lo único que le quedaba, era ir bien abrigado a todos lados para no enfermarse. no quería más problemas.

incluso si anunciaba su llegaba no había nadie alrededor que pudiera recibirlo.

—bienvenido.

se sobresaltó al escuchar una voz ronca murmurar firme aquellas palabras, asustado, míró a los alrededores de su hogar, encontrándose con la misma imagen de siempre, su departamento vacio.

quizás solo estaba cansado....

yeonjun hizo un ruedo sordo, tirandose contra el sillón boca abajo, ya que aún era temprano podía tomar una pequeña siesta para descansar su cuerpo.

el sonido del reloj era lo único que sus oídos escuchaban. la palabra "bienvenido" hacía eco en la mente de yeonjun, se había quedado tieso boca abajo, intentando con todas sus fuerzas conciliar el sueño.

volvió a reprenderse a sí mismo por todo lo que se venía a sus pensamientos mientras apretaba más sus ojos cerrados, aún así salió de sus labios como un jadeo.

¿por que tan de repente? ¿que era esa sensación tan extraña de cosquilleo en su parte baja? sentía que la ereccion en sus pantalones había crecido, tanto, que la tela de sus calzoncillos empezaba a molestarle..

sin poder hacer más, bajo sus pantalones, tomando su miembro de arriba hacia abajo, lento, como lo hacia normalmente. continuando su trabajo sobre su sofá, sintió su espalda arquearse un poco por las sensación.

al demonio, ¿qué más daba? nadie se enteraría.

entonces la imagen de esos hombres alrededor de él se hizo presente como un látigo, sus ojos ahora lagrimearon pidiendo que toda esa tortura se detuviera.

«vamos, se bueno ahora»

esas palabras amargas resonaron en su mente, su mente comenzaba a revivir ese momento en que él suplicaba por su libertad, mientras esos asquerosos tipos ponían sus manos encima de su cuerpo, ensuciándolo.

ya no podía más. solo quería ser liberado de aquello.

sus movimientos y su mente partecian torturarlo lentamente, así que, intentado que todo eso acabara, continuando estimulándose.

maldita sea, se sentía sucio al grado de querer sumergirse en una tina por horas y no salir de ahí hasta sentirse purificado completamente.

un gemido sonó más fuerte de lo que hubiese querido. aún así continuó. mordió su labio inferior maltratado, no le importaba si lo hacía sangrar, él no podia estar peor.

volvió a concentrarse en terminar con ello.

entonces, cuando tocó parte de su trasero, el recuerdo de la mano de uno de los tipos le atormentó, dando un salto con un grito de por medio.

todo en él era un caos en ese momento.

intentando olvidarse de aquello, se sentó de golpe en el sofá, sacudiendo su cabeza, su problema comenzó cuando decidió subir la mirada al frente.

se encontró con un hombre de traje negro, sonriente, sus labios eran algo rosados, sus ojos eran igual de oscuros como la noche, pero podía percibir en ellos algo especial, algo distinto a la maldad. el cabello negro caía sobre su frente. era muy alto. llevaba las mangas de la camisa blanca recogidas, pero conservaba la corbata negra aflojada, colgando delante del ancho tórax.