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Durante los días de suspensión tras la pelea, La castaña pasó días en cama con licencia medica y un montón de medicamentos para los fuertes dolores que tenía después de todo a su mala suerte no era para nada inmortal, ser golpeada en la cabeza por minutos con un fierro era algo de lo que no se mejoraría en un tiempo, fue tanta la adrenalina que tenía en ese momento que no sentía los malestares que sintió luego al llegar a casa

Ran y su hermano estaban cambiándose ropa en sus respectivas habitaciones para ir a la reunión de la pandilla hasta que los fuertes gritos de ayuda provenientes de la casa de al lado hizo que sin pensarlo dos veces todavía ni bien vestidos corrieran a la casa de su amiga a ver que sucedía en el camino casi tropezandose con ellos mismos al bajar las escaleras tan apresurados

—¡Niños Deben ayudarme porfavor!— exclamó la adulta casi sin poder modular temblando de los nervios y con sus ojos llenos de lagrimas, solo pudieron pensar en Natsuki

—¿Qué sucedió?— Preguntó Rindou conteniendo a la mayor con un abrazo mientras el de trenzas no perdía el tiempo y entró a la casa rápidamente viendo a Natsuki inconsciente en el suelo

Al verla realmente pálida sintió como su corazón comenzó a latir fuertemente —No,No... repetía en su mente intentando mantener la calma realmente preocupado mientras intentaba agarrar la fuerza mental para cargarla en sus brazos  sintiendo como su temperatura corporal era realmente baja además de su palidez y nula respiración

—No hay tiempo para esperar la estúpida ambulancia, ¿Esta en condiciones de Conducir?— Preguntó mirando a la madre de la chica pero no podía ni siquiera hablar del shock por ver a su hija en ese estado

—Entonces tendrá que confiarnos su auto, Señora Kimura— El menor la miró viendo como en ese momento solo le importaba más la atención para Natsuki que el auto

Rindou iba conduciendo saltándose todos los semáforos posibles que hubieran en cada esquina, pasando por al lado de las personas que cruzaban la calle como si fueran simples obstáculos de un video juego, en el copiloto intentando no morir del susto por su hija o por como manejaba el chico iba la madre con una mano en el pecho intentando que le salieran las palabras de la boca pero simplemente temía qué algo le sucediera a su pequeña, atrás iba Natsuki recostada en los tres asientos con la cabeza en las piernas de Ran el cual solo la miraba fijamente intentando mantener lo más quieta que podía su cabeza pero con los bruscos movimientos del auto era complicado, en eso el mayor pudo sentir humedad atravesar su blanco guante al ver su dedo estaba cubierto de sangre
Entonces comenzó a separar el cabello de la chica por secciones buscando la herida que se encontraba sangrando

—Creo que ya encontré el por qué se desmayó, Está perdiendo sangre— habló sin saber que hacer para detener la sangre pero solo se sacó el guante tapando la herida

—Hiroshi es una bastarda— gruñó Rindou tan molesto como para acelerar aún más comenzando a conducir rápido no para llegar al hospital si no de tanta rabia que le daban ganas de asesinar a la mencionada

Al llegar al hospital inmediatamente los doctores corrieron por una camilla internado a la castaña no quedandoles otra opción que simplemente esperar en urgencias a que dieran noticias

—Todas tus malditas novias hacen esto— Comentó Rin mirando realmente molesto al de trenzas —,¿Te sigue diviertiendo esto?—

—No esperé que fuera a ir tan lejos como para meter un fierro a la escuela— respondió apenado desviando la mirada

—Debes parar con todo este tema de poner celosas a las chicas de Natsuki, Un día tal vez ya no sea un fierro si no un arma—

30 Días - Ran HaitaniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora