VI

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JUNGKOOK

Un día antes de la ceremonia.

Mi padre lleva dos días muy raro. No para de hablar sobre la próxima ceremonia de transformación. Cree que va a ser un día especial. No sé si tendrá razón o no, pero yo también estoy ansioso de que llegue.

Por algún motivo extraño mi lobo no deja de darme la lata con ello. No quiere decirme los motivos, pero sé qué tiene que ver con Eunji. Desde el día que llegó al instituto, está muy pesado con estar junto a ella. Quiere tenerla vigilada y que no le pase nada.

Cada vez que alguien la toca, se mete con ella o la desprecia, tengo que hacer mi mejor esfuerzo para no dejarlo salir y que acabe con todo el mundo.

¿Por qué? Por varios motivos, primero, el don de mi manada, soy más fuerte que los demás. En caso de que yo inicie una pelea, aunque sea para defender a otra persona,  supone para mí recibir un nuevo castigo por parte de mi padre. 

Segundo, pero no menos importante, Jiyeon. 

Por alguna razón mi padre está empeñado en que pase tiempo con ella, por si acaso mi mate no se presenta nunca, prefiere que sea infeliz, antes de que no tenga herederos. 

Esa chica es peor que una patada en las pelotas. Cada vez que alguna chica se ha interesado por mí, ya sea única y exclusivamente para ser su amigo, porque haya necesitado algunos apuntes de clase, o simplemente por ser amable, la rubia loca ha conseguido espantarla. Está mal de la cabeza y lo peor de todo es que no sé cómo hacer para que entre en razón. Incluso ha llegado al punto de proclamarse mi novia, pero ¿en qué momento, loca psicótica? 

Mis amigos en más de una ocasión me preguntan que se siente al haberse acostado con esa belleza… Debo admitir que el sexo con ella es increíble, pero por mucho que lo intente, por mucho que ella quiera, no logro satisfacerme. 

No soy un santo, me he liado con algunas chicas más, pero es más de lo mismo.

Al único que le cuento lo que me sucede es a Taehyung , mi amigo desde que éramos pequeños, somos como hermanos, sabemos todo el uno del otro, y de verdad que detesta a Jiyeon, tanto o más que yo.

Estoy seguro de que tiene tantas ganas como yo, de que por fin encuentre a mi otra mitad.

No quiero ni imaginarme que sería capaz de hacerle la rubia loca a Eunji, si se diera cuenta de que muestro el más mínimo interés por ella.

Por eso mismo no he podido dejar salir a mi lobo cada vez que ella lo ha necesitado. No he podido defenderla como se merece por miedo a que las represalias puedan ser peor. Pero cada vez me cuesta más contenerme, quiero estar cerca, quiero protegerla, cuiJiyeon como se merece. Para eso primero tengo que acabar con la garrapata, Jiyeon debe de parar ya.

Estamos a tan solo un día de la ceremonia, Eunji llega junto con Damián y Dasha al instituto central para preparar las cosas para la ceremonia. Esta vez son bastantes los preparativos, y yo como siempre me dispongo a ayudarlos, ya que sé que es un momento de nervios y cuanto más ayuda tengan mejor. 

También es una buena escusa para pasar tiempo a su lado, sin tener a la rubia loca revoloteando a mi alrededor.

Eunji es una chica distante y escurridiza, cada vez que me acerco a ella para ayudarle, huye de mí, y en parte la entiendo. Son muchas las ocasiones en las que le podía haber ayudado, y no lo hice, ¿Por qué iba a querer mi ayuda ahora? Pero no puedo evitarlo, ha pesar de sus malas miradas y peores contestaciones.

Terminamos de preparar todo lo que hará falta en el patio, las mesas centrales y un centenar de sillas para los asistentes.

Dejamos preparado parte del catering en el comedor con comida que no se vaya a echar a perder durante la noche.

Dejamos los elementos que puedan necesitar en la ceremonia los chicos. Damian y Dasha pertenecen a la manada de los Shadowmoon, aquellos que controlan los 4 elementos, tierra, agua, fuego y aire. Con lo cual hay dos cuencos, uno con algo de tierra, otro con agua y una gran vela para tener una llama de fuego.

Como Eunji es una sanadora, de eso se encargaran los maestros mañana. No sé por qué, pero sucede algo raro con ella. 

Por norma general, en el año que están en el instituto, instruyéndose sobre sus futuros nuevos dones, pasados los meses se puede llegar a intuir que es lo que va a manejar cada quien. 

En el caso de Damian tiene más afinidad con el agua, sin embargo, Dasha, congenia mejor con la tierra.

En el caso de Eunji, al ser una sanadora, controla y sabe absolutamente todo sobre plantas medicinales, etc; sin embargo, su profesora no ve avances en ella, dice que los ungüentos que prepara no sirven para nada, ni los brebajes con las plantas. Solo espero, que mañana salga todo bien.

Se nos ha hecho muy tarde, son casi las diez de la noche, no hemos cenado nada.

— Chicos, vámonos, ya. Mañana hay que madrugar y tenéis que estar descansados, ya que será un día agotador para vosotros.

Damian me mira antes de que pueda seguir hablando.

— ¿Podemos pasar por la cafetería? Tengo mucha hambre, no podré dormir con el estómago vacío.

— Claro que sí — asiento — Comamos algo rápido y después os llevo al campamento para que os quedéis allí a dormir.

La cara de Eunji es todo un poema, no le ha gustado nada eso de tener que quedarse.

— ¡Ay lobita! Incluso cuando te ofrezco mi ayuda sigues siendo tan hostil… No te va a hacer daño mostrar un poco de amabilidad — le muestro una media sonrisa.

— ¡Ay lobita! Incluso cuando te ofrezco mi ayuda sigues siendo tan hostil… No te va a hacer daño mostrar un poco de amabilidad — le muestro una media sonrisa

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DESTINY [versión fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora