DESTINY [versión fanfic]

XIII

Eunji

No doy crédito a lo que me están contando. Parece como si fuera una historía de ciencia ficción.

¿Por qué motivo atacarían a mi manada?

¿Cómo consiguió huir Ha - Young con un bebe recién nacido en brazos?

¿Qué pasó ese día con ella?

Miro atentamente a mi madre mientras que sigue contando lo que pasó.

— Al día siguiente, vinimos a hablar con Hyun - Ki. Le contamos lo sucedido y en ese mismo instante una partida de los integrantes más fuertes de los Red Moon, acudieron al lugar.

— Aquello fue una masacre.

Continúa Hyun - Ki, con la mirada perdida, como si estuviera recordando exactamente cada imagen de lo que sucedió allí.

— Niños, adolescentes, mujeres embarazadas, ancianos... Cientos de cuerpos yacían en el suelo de aquel lugar. Algunos decapitados... a otros les faltaba alguna extremidad... Todo estaba bañado de rojo, no importaba donde mirases, solo había muerte.

Escucho a mi madre sollozar aún más fuerte.

— ¿Cómo supisteis que los atacantes eran vampiros?

Jungkook se mueve de mi lado, acercándose a su padre.

— Muchos de los cuerpos, tenían marcas de mordeduras. La brutalidad empleada en ese ataque... Un humano no es capaz de separar las extremidades del cuerpo de un alfa si no usa un cuchillo u otra arma. En este caso, estaban arrancadas de cuajo como quien saca una planta de la tierra, con raíces incluidas.

Solo de imaginármelo, se me revuelven las tripas.

— ¿Qué pasó con Ha - Young?

La necesidad de saber qué pasó con ella invade mi mente.

— No lo sabemos a ciencia cierta. Creemos que está viva, pero no hemos sido capaces de encontrarla, no aún.

Hyun - Ki frunce el ceño, como si quisiera decir algo más. Fija su mirada en mi padre, le hace una señal asintiendo con la cabeza.

— Cariño, todos los años, dos días después de tu cumpleaños, viajamos hasta esa cabaña para pasar allí unos días, ¿Verdad?

Asiento, mientras que miro fijamente a mi padre, él no duda en seguir hablando.

— Desde que cumpliste los cuatro años, al llegar a la vieja casa, nos empezamos a encontrar un ramo de unas flores muy peculiares, en la puerta de la cabaña. Las primeras veces, no le dimos importancia, pero al ver que cada año, se repetía la misma escena. Decidimos empezar a indagar sobre esas flores.

Mi padre deja de hablar durante unos segundos, y es mi madre quien le reemplaza.

—Son unas flores muy poco comunes, nos costó muchísimo trabajo conseguir algo de información sobre ellas. Es una Rosa de Invierno, un tipo de planta que solo florece en invierno en altitudes superiores a los mil metros. Nos ha costado ocho años conseguir descubrir algo sobre su procedencia, y debo admitir, que ha sido por pura casualidad.

Jungkook y yo cruzamos nuestras miradas.

— Las patrullas de nuestra manada, están sobre aviso de la existencia de esta flor. Normalmente, la cordillera Walsdare, situada al Noroeste de nuestro territorio, entre los Bloodpact y los Moon Howlers, se patrulla únicamente durante el verano, ya que en invierno está totalmente nevada y suele ser bastante inaccesible.

El alfa bebe un trago de agua del vaso que tiene encima de la mesa.

— Pero el invierno del año pasado, empezamos a realizar ciertas actividades en estos lugares para ampliar nuestros conocimientos de defensa con las condiciones climáticas que allí se dan, por si acaso alguna vez fuera necesario. Esa fue la primera vez que vimos aquella flor.

Mi madre se levanta, y es ella quien sigue con el relato.

— ¿Recuerdas que, en esa época, me ausente unos días?

Asiento con la cabeza.

— Como experta en la flora de nuestro entorno, me encomendaron esa misión. Esos días los pasé, junto con mi equipo de investigación en nuestra cabaña, que curiosamente está en la parte baja de la loma de la cordillera, donde hicieron el descubrimiento.

Se toma un respiro, antes de seguir.

— Supervisamos cada rincón de la cordillera y así fue como pudimos saber que esta flor solo se encuentra en la cara este de dichas montañas.

— ¿Pero esa no es la parte del territorio de los humanos?

Jungkook se rasca su coronilla, señal de que su cabeza está a mil por hora.

— Exacto. Creemos que Ha - Young vive entre los humanos, y en esta época del año viaja hasta nuestra cabaña, dejando esas flores en modo de ofrenda, por todo lo que pasó hace 16 años. Pensamos que es una forma de quererte hacer saber que aún sigue viva.

Miro fijamente a mi padre mientras que dice esto.

— ¿Pero por qué atravesar una cordillera? ¿Por qué no usar otros caminos?

Mi pregunta parece algo obvia, pero es para todo lo que da de sí ahora mismo mi mente.

— Si utilizase otros caminos, hubiera sido interceptada por alguno de nuestros rastreadores hace mucho tiempo.

Es Jungkook quien me responde.

— Si no quiere ser encontrada, ¿Por qué dejar esas flores en la puerta de la cabaña? No creo que sea lo más inteligente hacer algo así.

Tengo un millón de preguntas, para las pocas respuestas que me pueden dar.

— No subestimes a Ha - Young, cariño. Era una mujer, que todo lo que hacía, siempre era con algún motivo, y por lo que veo, con el paso de los años eso no ha cambiado.

Mi madre se acerca a mí y acaricia mi espalda, dándome ánimos, solo con mirarme sabe como me siento en estos momentos.

— Pues entonces creo que va siendo hora que todos conozcamos a Ha - Young.

Miro a Jungkook viendo como él y su padre conectan sus miradas, siendo este último quien asiente con su cabeza, reafirmando lo que acaba de decir.

—Tienes razón, hijo, no hay tiempo que perder, tenemos que llegar lo antes posible a la cabaña durante el día de hoy, ya que no sabemos en qué momento podrá aparecer. Creo que todos necesitamos tener respuestas.

Una vez que el alfa dice esto último, ya no hay nada más que discutir, el momento es hoy, es ahora.

Necesito respuestas, y probablemente solo ella pueda resolverlas.