IX

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JUNGKOOK

Advertencia. Este será un capítulo largo, sorry.

Poso mi frente sobre a suya, inhalando su dulce aroma, ese que deja salir sin control, haciendo que me vuelva loco. Vuelvo a concentrarme como buenamente puedo, ella me necesita y por eso mismo debo dejar las estupideces a un lado.

— Si los rumores son ciertos, no eres la única superviviente de aquella noche — besa su frente — Tenemos mucho trabajo por delante, pero esta eres tú, este es tu destino y yo voy a ser quien te siga hasta el mismísimo infierno, si es necesario.

Y tanto qué pienso hacerlo, bien sabe la Diosa que soy capaz de arrasar con todo aquello que sé interponga a partir de ahora en nuestro camino.

Ella necesita descubrir quién es en realidad, crear, forjar y dominar su don. Si para eso necesita que le lleve al mismísimo infierno, empezaré ahora mismo a construir el camino.

— ¿Prometes estar siempre a mi lado?

Noto el miedo en su mirada.

— ¡Siempre! Aunque tú no me lo pidas, voy a estar ahí por y para ti. Eres mi mate, nuestra luna — agarro suavemente su cara — Eres mi todo Eunji.

Funde sus labios con los míos, haciéndome sentir totalmente pleno, llenando ese hueco vacío que sentía en mi interior. Me ha aceptado y ya no habrá nada que nos separé.

De repente recuerdo que sigue totalmente desnuda, tapada con una manta entre mis brazos y mi cuerpo reacciona.

— Lobita, me encanta tenerte así, pero creo que será mejor que te vistas, no soy de piedra...

Veo como se sonroja y hace que me ría, la tapo bien con la manta, me acerco a mi armario y le presto unos pantalones de chándal, una camiseta y una sudadera, mañana ya iremos a por su ropa.

Me tumbo en la cama dándole la espalda para que se vista tranquilamente. Siento que se tumba junto a mí, con lo cual giro despacio para no hacerla daño y automáticamente ella entrelaza sus piernas con las mías y posa su cabeza en el hueco de mi hombro, encajando perfectamente, como si estuviera hecho para ella.

Junto mi mano con la suya, que descansa sobre mi pecho, entrelazando los dedos, mientras que con la otra recorro su espalda. Noto como su respiración se va relajando poco a poco hasta que se queda dormida.

— Descansa lobita, yo velaré los sueños por ti.

Eunji

La luz del amanecer hace que lentamente abra mis ojos.

Visualizo las cosas que me rodean; una pila de camas alrededor, ordenadas en fila consecutivamente. El gran ventanal que se encuentra frente a mí dejando entrar los primeros rayos de sol. Los armarios en los laterales de la gran habitación...

Intento moverme, pero el brazo que tengo alrededor de mi cintura me lo impide.

El olor a menta fresca invade mis fosas nasales, haciendo que me gire para poder ver la cara de la perfección personificada. Por mucho que me joda, Jungkook es una escultura digna de admirar. Aprovecho este momento para detallar y atesorar en mi mente todo lo que puedo.

Pelo castaño corto y en abundancia, cejas marrones frondosas y rectas que enmarcan perfectamente sus preciosos ojos con largas pestañas. La nariz recta con una pequeña cicatriz en el puente y unos labios gruesos que incitan al deseo.

Me impresiona como se puede pasar tan rápido de no querer saber nada de una persona, a que ahora esta pueda ser todo tu mundo.

Por desgracia, para mí, Jungkook va a derrumbar mis muros mucho antes de que lo que gustaría.

DESTINY [versión fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora