Mona Lisa (Bloody Painter x Fem!reader)

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Helen estaba esperando a que Nina saliera del vestidor cuando puso ver a TN a lo lejos, el corazón de Helen se aceleró a mil por hora y pudo sentir como su cara se empezaba a poner roja.

—Ya elegí que ropa compraré, ya te puedes ir —dijo Nina.

Helen asintió y se fué de la tienda pero antes de salir vió a TN de nuevo, no podía con la tentación, tenía que hablarle.

—Hola, ¿me recuerdas? —preguntó Helen.

TN se quedó callada viéndolo durante unos segundos.

—Ohh, ¡eres el chico de la máscara! —sonrió TN.

—Si, ese mismo —respondió Helen.

—¿Quieres ser mi amigo? Te vez como un chico buena onda —preguntó TN.

El corazón de Helen se paró un segundo, nuevamente puso sentir la ardiente tentación en su alma, tener a su musa pidiéndole ser amigos se sentía como la glória.

—Claro, por su puesto —asintió Helen.

—¿Quieres ir a comer un helado? Para conocernos mejor —propuso TN.

Helen asintió fervientemente, ambos fueron a comprar el helado, Nina estava confundida al ver a Helen; el asocial artista recluido, irse con una humana cualquiera, Nina simplemente asumió que usó sus encantos para atraerla y matarla así que ella se fue sin hacer preguntas.

Helen y TN se encontraban sentados en unas bancas afuera del centro comercial, TN estaba comiendo helado de fresa y Helen helado de chocolate, mientras comían los ojos de Helen no podían desviarse a ver los labios de TN, tentación comiéndole el corazón cada segundo que pasaba.

—¿A qué te dedicas? —preguntó TN intentando buscar un tema de conversación.

—Soy un pintor y a veces escribo poesía —contestó Helen desviando la mirada.

—¡Eso es genial! Yo soy estudiante de enfermería... Pasante de hecho —dijo TN.

—¿De verdad? Eso es increíble —respondió Helen con administración.

—Oye, ¿tú duermes bien? —preguntó TN.

Helen se quedó congelado sin saber que decir.

—Tienes unas ojeras muy marcadas, deberías dormir más, por tu salud —señaló TN.

—Ah sí... Lo intentaré —respondió Helen tartamudeando.

Él no sabía que sus ojeras eran tan pronunciadas de hecho lo pensó un rato y no lograr recordar a nadie decirle algo por sus ojeras, TN era la primera, la sangre de Helen subió al mismo tiempo que si cerebro empezó a saltar con ideas, ¿acaso TN se preocupaba por él? Se sentía tan irreal ese pensamiento pero las posibilidades de que fuera real eran muchas.

TN sacó su teléfono para ver la hora e inmediatamente se puso nerviosa.

—Tengo que volver ya al hospital, tengo que hacer Guardia hoy —TN explicó torpemente.

—Oh, entiendo perfectamente, puedes irte —asintió Helen.

Entonces TN se levantó pero escribió algo rápidamente en un pedazo de hoja de papel de una de sus libretas y se lo dió a Helen.

—¡Adiós, cuídate! —TN gritó antes de irse.

Helen confundido revisó la nota, era el número de teléfono de TN, Helen se cubrió la cara con las manos, podía sentir su cara ardiendo de lo mucho que estaba sonrojado, no lo podía creer.

Continuará.