🔮: Una nueva prisión
✿·━━━━━━━━※━━━━━━━━·✿La pequeña serpiente venenosa se encontraba en el cementerio familiar practicando tiro al arco, una mesa del lado derecho la acompañaba, una completamente llena de todo tipo de armas que ella solía manejar a la perfección (dagas, espadas, flechas, granadas, motosierras, armas blancas y armas de fuego) era muy casual que una Addams pudiese manejar todo tipo de objetos que causen dolor en alguien más, bueno, ¿para que mentir?, incluso entre ellos solían usarlos; Cassiopeia no olvidaba la última vez que casi le corta un dedo a Pericles, o cuando casi rebana a Largo por la mitad, incluso la última vez que lanzó a Merlina al océano repleto de pirañas.
-Aquí está lo que me pidió.- Habla un hombre alto, realmente haciéndole honor a su nombre; Largo, no es simplemente el mayordomo de la familia, con el tiempo a logrado ser parte de ellos por el cariño que les tiene, el cual es más que correspondido
-Muy bien Largo.- Responde la peli-azul caminando hacia la mesa para depositar sus flechas y arco.- Supuestamente es el arma más letal.- Continua la Addams volviéndose hacia Largo con una sonrisa un tanto siniestra, la cual no logra siquiera asustarlo, claro, vivir años con una familia de locos, lo vuelve loco también, ¿no?
-Fusil de asalto AK-47.- Menciona el hombre con una mirada perdida extendiendo el arma a la joven, la cual la toma sin gesto alguno comenzando a apuntar a ningún lugar en específico.
-Veamos que tan letal puede ser esta preciosura.- Murmura para ella misma llevando su dedo al gatillo, dando media vuelta, presionando sin dudar, un sonido seco retumba en los oídos de la joven dejando su manos temblorosas al soltar el tiro.
-Uhm.- Se queja Largo al percatarse de Homero Addams petrificado frente a ambos.
-Padre.- Suspira la chica observando al hombre reaccionar para sujetar el sombrero que Cassiopeia derrumbó de con el tiro.
-Mi pequeña serpiente venenosa.- Saluda felizmente como si no hace menos de cinco segundos estuvo a punto de recibir un balazo entre ceja y ceja.
-Interrumpes mi entrenamiento padre.- Se queja Cassiopeia.- El solo pensar en que aquel tiro pudo atravesar tu cráneo me hace querer suicidarme.
-Serpiente..
-No es porque te quiera mucho.- Interrumpe la peli-azul.- Sin embargo escuchar los gritos de madre al enterarse que te he asesinado no sería una de mis melodías favoritas.
-Como siempre tan amorosa mi pequeña venenosa.- Responde su padre acostumbrado a los comentarios de Cassiopeia.
Hacía más de 4 horas que la peli-azul permanecía en el cementerio familiar con el mayordomo, el cielo se tornaba de un gris perfecto, el tipo de gris que a Cassiopeia le gustaba admirar en un funeral. Comenzaba anochecer y quizá por eso su padre había salido a buscarla, pero era tonto ya que su padre sabía que no era capaz de lograr que ella obedeciera siquiera una de sus reglas.
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Pequeña serpiente venenosa🐍
FanfictionImagínense una rosa preciosa, de esas que admiras por su hermosa flor pero no te atreves a tocar por su agresivo tallo lleno de espinas, mejor aún, imagínense la serpiente más bella que puedan encontrar pero, ¿quien se atrevería a posar sus manos so...