CAPÍTULO UNO.

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Aquella habitación se encontraba a oscuras, las gotas de lluvia golpeaban con fuerza los ventanales del cuarto, y sobre la cama descansaba aquel triste Omega envuelto entre las cobijas, con lágrimas escapando por sus mejillas, y un pequeño dolor de cabeza.

La puerta de aquella alcoba se abrió, aquel conocido aroma le hizo saber al Omega quién había ingresado al cuarto, provocando de inmediato que se encogiera mientras que su llanto cesaba, o al menos que no fuera tan sonoro.

El alfa (notando las feromonas de miedo que se desprendían silenciosas por debajo de las cobijas) se acercó a la ventana y se quedó mirando las gotas que golpeaban los cristales.

-la verdad es que no te entiendo, sabías de antemano que tenías mi apoyo. Todo lo que querías te lo daba incluso si no abrías la boca. Pero decidiste mentirme. Ocultarme todo.-

-¿Y que piensas hacer? Puedes dejarme si así lo deseas.-

-por supuesto que no.-sonrió amargamente.-asumiré la responsabilidad. La empresa y la constructora están en un momento decisivo, todos tienen sus ojos puestos en nosotros. Y aunque me hayas mentido, el hijo que cargaste en el vientre es mío, así que...-

-¿Así que qué?-preguntó bruscamente el Omega, estaba cansado, el cuerpo le dolia y sentía que podía desmayarse en cualquier momento.

-nos vamos a casar.-sentenció.-la ceremonia se realizará el mes que viene. Y no aceptaré un "no" cómo respuesta. Pero tampoco te hagas muchas ilusiones, lo hago por el cachorro, no para estar contigo.-

Y de nuevo las lágrimas escaparon de sus ojos.

¿Cómo habían llegado a esa situación? ¿Por qué las cosas habían cambiado tanto? Fue así como finalmente se dió cuenta, de haber hablado con la verdad, nadie habría salido herido.

♪ ♪ ♪

Meses atrás;

Un Omega de cabellos cían y un beta de cabellos grisáceos estaban en aquella pequeña oficina, el Omega con la mirada en el suelo y el beta mirando al de cabellos y ojos cían.

-¿Qué dijiste?-

-que estoy en cinta, y tú eres el padre.-

El de cabellos grisáceos soltó un pequeño suspiro.-lo lamento, pero ese cachorro no puede ser mío.-

-no digas esas tonterías Haru, ambos sabemos lo que pasó. Nos emborrachamos en la fiesta del cierre y pasamos la noche juntos, es normal en los noviazgos.-

-admito que nos embriagamos, pero no pasamos la noche juntos.-

-¡Bien! ¡Si no quieres admitirlo no lo hagas! Pero necesito que me ayudes, los abortos no son nada baratos.-la cara del beta cambio por completo.

-¿Abortarlo? Ai, ¿Te estás oyendo?-

-si. No piensas hacerte responsable y yo no pienso criarlo solo.-

Antes de poder decir algo, el celular del beta comenzó a sonar, miró rápidamente la pantalla y observó al Omega de soslayo.

-hablemos después de esto, el jefe de la empresa está llegando.-al darse la vuelta, la pequeña mano del Omega le sujeto del brazo.

-Haru por favor. No me dejes solo en esto.- suplicó casi entre llanto.

El nombrado soltó un pequeño suspiro, se dió media vuelta y le depósito un beso en la frente al omega.-te buscaré después.-

♪ ♪ ♪

Pequeños suspiros escapaban de sus labios, aquel lápiz que usaba para dibujar sus planos bailaba entre sus dedos, su cabeza tenía tantas ideas, pero a la vez estaba vacía.

Agridulce. «OMEGAVERSE» (UTAPRI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora