Agridulce. «OMEGAVERSE» (UTAPRI)

CAPÍTULO SEIS.

Toda la película se la paso mordiéndose las uñas, intentaba recordar pero varias imágenes volvían vagamente a su cabeza. Claro que recordaba lo ebrio que se puso con los tragos, recordó cuando se separó de Haru y volvió a reencontrarse con ¿él? en el lobby del hotel, pero él también estaba ebrio.

Después de ahí solamente recordó haber amanecido al lado del peligris, recordó también que lo abandono en cuanto despertó, pero jamás lo había mirado a la cara. Entonces supo que tal vez por esa razón su bebé se movía cada vez que escuchaba la voz del alfa, por eso su piel se erizaba al mínimo roce con la piel de Kurosaki.

Sus pensamientos se detuvieron cuando las luces se encendieron y la televisión se apagó, la película ya había acabado y todo el tiempo solo había pensado en lo que su amigo le había dicho.

Al ser tarde, Ranmaru le ofreció una habitación al peliazul invitándolo a dormir, todos subieron y cada quien se dirigió a su habitación.

Ai se recostó y su mente trataba de entender o pensar en como podría decírselo al alfa, ahora estaban bien, pero algo en el fondo le asustaba, pensaba que tal vez sería rechazado o Ranmaru terminaría gritándole cosas ofensivas.

♪♪♪

Los días pasaron y está vez tuvo que estar alejado del alfa, pues había surgido un problema en la empresa y por ese problema no podían laborar en la constructora, así que Ranmaru tenia que viajar y a veces dormir en la empresa, quería solucionar ese problema cuánto antes o los llevaría a la ruina.

-buenos días, les traje el desayuno.-el pelirrojo entró a la habitación con una charola que dejó sobre el buró.

Ai sonrió tiernamente mirando a su amigo.-no tenías que hacerlo.-

-no. Pero quería.-se acercó y con suavidad comenzó a acariciar el vientre de su amigo.-¿Has pensado en como se lo dirás?-

-pensaba decirle en estos días, pero decírselo tal vez lo habría desequilibrado, y necesita estar bien para resolver lo de la empresa.-

-¿Cómo crees que lo tome?-

-la verdad no sé. Todo esté tiempo pensamos que era un bebé de Haru, pero ahora... No se cómo lo tome, él y yo no somos nada.-

Se escucharon pasos cerca de la habitación, el peligris apareció con una ligera sonrisa.-hola.-

-hola.-el pelirrojo se puso de pie y salió dejándolos solos.

Ranmaru se acercó y se sentó a un lado del omega, curioso miro aquel abultado vientre.-¿Cómo has pasado este mes?-

-es más inquieto que antes... No está su padre para ponerle un alto.-Ai miro nervioso al alfa, buscaba alguna reacción negativa.

-lo lamento.-hablo con una tímida sonrisa.-sospecho que esto acabará está semana. Cambiando de tema ¿qué dices si salimos a dar una vuelta cuando vuelva?-

-¿Cuando vuelvas?-

Asintió y se dejó caer de espaldas sobre la cama.-de nuevo tengo que salir de viaje. ¡Ha! Me estoy cansando, dormir en la empresa, viajar tres o cuatro días. Sospecho que este viaje será más largo.-

-me gustaría ir contigo.-hablo sin pensar, cuando se dio cuenta de lo que había dicho se sonrojo levemente.

Ranmaru guardo silencio, volvió a sentarse y miro de frente al omega. -podria llevarlos. Es un viaje largo y no estarás en constante movimiento, así que el pequeño estará bien.-

-nuestro pequeño.-

-empacare tus cosas, pero solo será una maleta pequeña, allá compraremos lo que nos haga falta.-

♪♪♪

El clima en aquella ciudad era un poco frío, así que antes de bajar del avión, Ranmaru le dio su chaqueta para que no fuera a enfermarse después.

Llegaron a un departamento que el alfa había rentado días antes del viaje. Al llegar, Ranmaru se encargo de guardar y acomodar las cosas, en cambio Ai devoraba felizmente un par de frutas que se le habían antojado al salir del aeropuerto.

En su cabeza aún pensaba en cómo y cuándo hablar con el alfa, pues actualmente tenía mucho trabajo y no lo quería distraer.

-¿Vienes conmigo?-cuestionó el alfa sentándose a su lado en el sillón.-ire a una de las empresas que me ayudará con el problema de la constructora.-

-¿No hay problema si voy?-

-no lo creo. Saliendo de ahí podemos caminar a la plaza.-

-estaría bien.-ahi trataría de buscar una pequeña oportunidad para poder hablar con él.

♪♪♪

Al salir de la empresa, se dirigieron a la plaza del centro, inconscientemente Ai entrelazó su brazo con el de Ranmaru, este sonrió ampliamente y comenzaron a recorrer las tiendas.

Llegaron a una tienda de ropa y se separaron yendo por diferentes secciones.

Ai intentaba buscar ropa de su talla, la mayoría no le quedaba por el tamaño de su barriga.

Ranmaru se perdió rápidamente en los pasillos de recién nacidos. Miraba atento los trajes y tomaba los que más le gustaban, obviamente colores neutros, tales como verdes, blancos o amarillos.

Moría por saber si aquel cachorrito era niño o niña, admitía que se había encariñado tanto con Ai como con la vida que se estaba formando en el vientre del Omega. Aquello le asustaba, pues tenía miedo de encariñarse para después perderlos, sabía que Haru debía tomar la responsabilidad, pero en parte era algo que no deseaba que sucediera.

Fue directo a la caja y pago por la pequeña ropa, ahí espero al Omega y pago la cuenta el menor.

Al salir lo tomo de la mano y siguieron caminando.

Ai suspiro nervioso, ese era el momento en que debía hablar.-¿Asististe... A la fiesta de cierre de eventos en la empresa?-

-obviamente.-

-¿Tomaste mucho?-

-la verdad es que si. Amanecí en mi habitación de hotel sin saber cómo llegue exactamente.-

Aquella respuesta le confirmo que efectivamente no recordaba aún lo que había pasado esa noche.

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