Recuerdo lo mucho que amaba los días de otoño.
Ver cómo las hojas de los árboles caen mientras en mis piernas tenía un cuaderno en blanco dónde podía plasmar el hermoso paisaje.
Pero todo cambió desde que lo conocí.
En cada película triste que veía, la escena donde mis lágrimas brotaban estaban ambientadas en la lluvia.
Los colores grises me parecían horribles y me negaba a estar en lugares así.
Sin embargo, a Jimin le encanta la lluvia.
Su sonrisa cada vez que veía el cielo nublarse me hizo darme cuenta lo poco que apreciaba los colores de un día soleado.
Amaba mirar el cielo azul, las nubes blancas y lo mucho que lucían los colores vibrantes del césped, los árboles y las flores con los rayos del hermoso Sol.
Todo parece tener más vida y, sin embargo, desde que estoy con él, siento más luz en los días de lluvia.
El techo de la terraza comienza a hacer un ruido muy característico cuando las primeras gotas de agua comienzan a chocar con él. Poco a poco, el olor de la tierra siendo humedecida llega a mis fosas nasales y en automático sonrío.
Unos pies descalzos suenan detrás mío. Escucho como suben las escalera y volteo para recibirlo con una sonrisa.
–¡Jungkook, está lloviendo! – dice mientras llega a mí con dos tazas de chocolate caliente. –¡Jungkook, por fin veremos el arcoiris!
Deja las tazas en la pequeña mesa que tenemos y se reúne conmigo en el barandal que le pone límite a la terraza.
No solía gustarme los días de lluvia, pero antes no tenía el privilegio de acurrucarlo entre mis brazos mientras vemos la lluvia caer, tal y como lo hago ahora.
Pasamos un tiempo así, abrazados en total silencio, hasta que noto como se toca el lado derecho de si cabeza.
–Vamos a sentarnos, ¿quieres? – le digo, ignorando por completo el nudo en la garganta que de repente se me ha formado.
Y me repito mil veces que lo único que puedo hacer es beber el chocolate que ha preparado para los dos.
Dejo que recueste su cabeza en mi hombro y por instinto ponga la mía sobre la suya.
– Te amo, Jun.
– Te amo, Jimin.
Sus pequeños deditos buscan mi mano y terminan entrelazados con los míos. Refuerzo el agarre y llevo el torso de su mano a mi boca, dejando un beso que sé que le encanta.
Si la gente lo viera sin conocerlo, jamás en la vida se les ocurriría lo atrevido y descarado que él, pero es de las cosas que más amo.
A Jimin le gusta que le bese la mano, pero prefiere que mis labios toquen los suyos y no precisamente en un roce suave y delicado.
Sube su mano libre para voltear mi cara y me besa sin cuidado.
Sus labios toman el control y los míos, felices, le siguen el ritmo.
Suelta mi mano para subirse a mi regazo mientras continúa el beso. Yo en cambio pongo mis manos en sus caderas, mi cerca de sus glúteos para sostenerlo.
Últimamente a Jimin le gusta estar en esta posición.
Jamás me quejaría de tener encima a Jimin y mucho menos cuando comienza el vaivén de sus caderas sobre las mías.
Tampoco me quejo de sus manos frías colándose por debajo de mi camisa, ni de él tomando la iniciativa por sacarme la ropa.
Lo dejo hacer y deshacer lo que quiera, menos dar un espectáculo a nuestros vecinos, por eso refuerzo mi agarre y nos llevo a la habitación.
Con cuidado lo coloco sobre la cama y le quitó cada prenda que cubre su cuerpo, también termino de quitarme las mías, dejándolas tiradas por el suelo de nuestro cuarto.
El cuerpo más hermoso que jamás he visto lo tiene él.
Y el privilegio de tocarlo, mirarlo y amarlo es solo mío.
– Jungkook... ven – dice en un susurro y veo como su cuerpo me llama de la misma manera en que el mío lo llama a él.
No pierdo el tiempo y me uno a su llamado, compartiendo besos, roces, abrazos y suspiros.
La lluvia sigue callendo, pero a mí me gusta más los sonidos que están surgiendo en esta cama.
Al final, la lluvia sigue callendo, la cama está destendida y nuestras respiraciones se están regulando.
Su roce en mi espalda, su pecho subiendo y bajando, nuestras manos unidas.
Los te amo.
Cada cosa que pasa en este momento busco la manera de grabarlas en mi memoria.
– Te amo, Jungkook.
–Te amo, Jimin.
Siete
ESTÁS LEYENDO
Rainbow - Kookmin
FanfictionA Jimin le gusta que llueva porque puede ver el arcoiris.