Cap:3 Me necesita

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-RICK-

Si no hago nada, esto será mi culpa.

Tengo un vago recuerdo de cuando tenía 6 años...

Todas las noches, mis pesadillas me recuerdan la razón por la que estoy aquí, la razón por la que le temo a viajar en vehículos, la razón por la que he desarrollado esa necesidad de comer golosinas para lidiar con mi ansiedad.

Cuando era niño, mis padres, mis hermanas y yo íbamos a salir a acampar en el bosque de las hadas, cuando de pronto, el carro de papá comenzó a fallar en medio del puente entre la ciudad y el bosque; Otro carro, el cual venía atrás de nosotros, iba tan rápido que no pudo frenar a tiempo. Mi instinto me indicó que mi vida estaba en peligro y me protegí con mi escudo, pero cometí un grave error...

Sólo me salvé a mí mismo...

Ambos carros cayeron del puente, no era una altura realmente alta, pero sí lo suficiente para que ni mi familia ni el conductor del otro carro pudieran sobrevivir.

Las hadas que encontraron los carros me sacaron de ahí; Horas después, llegaron ambulancias, patrullas, y un carro negro que venía por mí. De ahí, sólo recuerdo llegar al orfanato y nada más.

Desde ese día, la culpa ha estado viviendo en mis pesadillas. Hubiera deseado al menos un sólo sueño en donde todo pudo haber sido diferente.

—Rick, despierta... — Dijo aquella voz tímida que me despertó un día. Era Doc, mi nuevo compañero de cuarto.

Desde que él llegó hace semanas, he sentido bastante lástima por su situación. Fue rescatado de una familia bastante abusiva, por eso no salía mucho de nuestro cuarto desde que llegó.

—Rick, ¿Puedes traerme agua, por favor?— Me pidió.

Hubieron ciertos días en los que Doc me levantaba muy temprano para pedirme agua, pues a él le daba mucho miedo salir del cuarto tan temprano. Al principio, sólo creía que a Doc le solía dar sed en las madrugadas, hasta que descubrí para qué lo necesitaba.

Ese día, finalmente se molestaron en llenar de agua el garrafón que estaba al lado de nuestra habitación, así que pude traerle un vaso de agua sin tener que cruzar todo el pasillo.
Al entrar en la habitación, vi a Doc sacar algo de su cajón; Entré sigilosamente para ver lo que tenía ahí, y lo que vi hizo que todo tuviera sentido finalmente.

Para que me entiendan, Doc suele levantarse entre las 3 y 4 de la mañana, se vuelve a dormir después de beber el agua y no despierta hasta casi medio día, en ocaciones, perdiéndose la hora del desayuno.
Lo que vi que Doc sacó de su cajón eran antidepresivos, eso no fue lo que más me preocupó, sino la cantidad que tomó.

—Se que estás aquí.— Escuché.

Doc ya sabía que estaba en la habitación, ni siquiera se tomó la molestia de esconder las pastillas o inventarse alguna excusa.

Doc tenía dos pastillas en su mano. Sabía que para un chico de su edad y tamaño, sólo debía ingerir una cada cierto tiempo.

—Doc, sólo necesitas una.
—No, así me siento mejor.

Me quedé en silencio mientras sólo miraba a Doc tomar el vaso de agua que estaba sosteniendo; Sin embargo, me rehusé a soltarlo. Doc me miró y me pidió que soltara el vaso, pero no lo hice.

—No estoy jugando, Rick...Necesito el agua.— Me respondió, mientras me miraba con enojo.

Nunca había visto así a Doc anteriormente, y aún así no iba a permitir que le diera una sobredosis si se le ocurría tomar más de dos pastillas.
Intenté negociar con Doc dandole el vaso si él me daba la pastilla extra, pero él seguía necio y se excusaba con que así el podría sentirse mucho mejor, cosa que se por experiencia que no es así.

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