Aurora es una chica de 13 años, la cual vive en un orfanato junto con varios niños; pocos de ellos, dignos de poseer un gran poder y responsabilidad, proteger la habitación sagrada de la magia, oculta en el subsuelo.
Desde que tengo uso de razón, viví con la creencia de que estar triste no valía la pena y lo mejor era ver todo desde una perspectiva optimista.
Días antes de mi cumpleaños número 13, llegó una chica nueva al orfanato. Su nombre era Yuri y tenía ciertas cosas en las que coincidía conmigo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ella era de ascendencia hispana, como yo; Era muy energética y activa, como yo; Tenía pelo castaño, igual que yo; Y su color favorito era el amarillo, ¡COMO EL MÍO!... Era como si fuese una imitadora mía. Por pura suerte, ella no nació como un alma de color, eso debido a que nació en el extranjero y no aquí, pero ya era bastante el colmo de que no sólo copiara mis características, sino también mi fecha de cumpleaños.
Llegada la fecha del cumpleaños, estaba tan emocionada de que los demás me trataran como si fuera la persona más importante del mundo. Cabe aclarar que en el orfanato, los demás niños suelen preferir más a los nuevos, sobre todo en sus cumpleaños.
Jamás me he sentido tan ignorada en mi vida, mucho menos en mi día especial. Sólo podía ver cómo toda mi atención se desviaba hacia la niña nueva.
Afortunadamente, mis amigos estaban ahí para mí en mi día especial. Aurora me regaló una pulsera amarilla, la cual me quedaba un poco grande, pero estaba muy bonita igualmente. No tenía de que quejarme, aún tenía a mis amigos conmigo y eso era suficiente para ser feliz.
—Lily, despierta, es hora de desayunar.— Me dijo mi nueva compañera de cuarto.
Hubo un tiempo en el que dormía sola, pero, con la llegada de Yuri, eso iba a cambiar. Desde ese sábado en la mañana, algo cambió. Yuri comenzó a juntarse seguido con mis amigos, sobre todo con Lana. No había ningún problema con que Yuri quisiera hacerse amiga de mis amigos, así que me lo tomé con calma.
—Eres realmente asombrosa, Yuri.— Dijo Lana, mientras Yuri le mostraba como hacía collares con cuentas de colores.
Yuri era bastante buena con las manualidades y otras cosas más, y debo de admitir que sentí algo de envidia de que ella fuera elegida como representante del grupo tras la adopción del anterior.
No hablaba mucho con Yuri, y cuando lo hacía, siempre intentaba darle una buena impresión de mí. Tanto ella como los demás, los que han convivido conmigo al menos, creen que yo soy la chica más alegre y optimista del orfanato, algo poco común para un niño sin familia.
—Realmente me impresiona tu optimismo, Lily, desearía poder ver el mundo como lo haces tú.— Dijo Yuri de la nada.
En ese momento, ambas estábamos en nuestro cuarto, a punto de ir a dormir. El comentario de Yuri se me hizo un poco fuera de lugar, ya que no le había dirigido la palabra en un buen rato. Yo solamente sonreí, sin decir ninguna palabra; me estaba tragando una gran mentira, una mentira mía.