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Los días continuaron pasando con normalidad. Henry y Ray seguían en busca del diamante Neal, aunque parecía que el ladrón había desaparecido por completo, no se rendirían.

— Tenemos que encontrarlo sí o sí, el calvo ese nos llamó incompetentes, ¿piensas que somos incompetentes, Charlotte? — Cuestionó el mayor visiblemente frustrado.

— Relájate, Ray, no son incompetentes, han hecho mucho por Swellview.

— Charlotte tiene razón, Ray — intervino Henry — Nos esforzamos mucho para mantener esta ciudad a salvo, no he podido tener una vida normal desde hace tres años y tú igual, no puedes negar que has tenido que dejar cosas por cuidar tu identidad.

— Claro que lo he hecho... — Suspiró sentándose en el sillón — ¿Porqué mierda acepté cuidar ese puto diamante? Si hubiera dicho "lo lamento, estamos muy ocupados" no estaría perdiendo mi tiempo buscando esa estupidez. 

Henry se sentó a su lado y puso su mano sobre el hombro contrario.

— Hey, tranquilo, ¿qué te parece... si vamos a mi casa... y le pedimos a Vick que nos prepare algo de comer? — Mencionó con una sonrisa — cocina muy rico, y ayer hizo un pastel de zanahoria increíble, así que tenemos que llegar a comer antes de que se lo terminen.

— ¿Está tu familia en tu casa?

— No, Piper iba a ir de comprar con sus amigas, mamá practicando tenis y papá trabajando.

— Ok, vamos.

Ambos se pusieron de pie para ir al ascensor.

..

Ya estaban en casa de Henry. Al abrir la puerta de entrada ambos vieron a Victoria en el sillón mirando televisión, ella en cuanto notó su presencia los miró.

— Hola, chicos; pensé que llegarías más tarde, Henry

— Sí, cerramos a las 8:00 pero, Ray está demasiado estresado y decidí sacarlo de la tienda un rato, la cosa es que... nos morimos de hambre, ¿te molesta preparanos algo? — Pidió con una pequeña sonrisa.

— Para nada. — Respondió levantándose del sillón para dirigirse a la cocina y comenzar a preparar algo.

Unos minutos después fue nuevamente a la sala mientras la comida estaba lista, Henry había ido a su habitación a buscar algo, así que se recargó en el sillón a un lado de Ray.

— ¿Demasiado trabajo?

— Algo así... Muchas cosas que hacer y  poco descanso no es una buena combinación.

— Se nota — Sin pena alguna, puso sus manos sobre los hombros del mayor para darle un masaje. — Sí, estás muy tenso...

Ray cerró sus ojos disfrutando del masaje, sentía como su cuerpo se relajaba con las manos de la castaña.

Mientras tanto en el segundo piso, Henry había ido a la habitación de Victoria para tomar el cargador de su teléfono y pedírselo prestado, cuando miró en una esquina de la había notó una mochila entreabierta. La curiosidad le ganó y se acercó a ella, el aire se le fue por un momento al ver su contenido; dentro de la mochila estaba el diamante Neal.

— Fue Victoria... — Llevó sus manos a su cabello entrando en desesperación — Mierda ¿qué hago? ¿qué hago?... No quiero que vaya a prisión pero tengo que decirle a Ray...

Respiró profundo en un intento de calmarse para después tomar la mochila y correr a su habitación con ella para esconderla. No sabía que hacer, de nuevo estaba entre la espada y la pared; ¿cumplía con su deber como Kid Danger o protegía a su hermana aunque fuera una criminal?

Cuando logró calmarse bajó a la sala, encontrándose con Ray y Victoria aún en el sillón, aclaró un poco su garganta mientras se acercaba.

— ¿Porqué le haces un masaje? — cuestionó el rubio.

— Lo vi muy tenso, así que lo ayudé.

— Henry, Victoria enserio tiene unas manos increíbles, si cocina tan bien como da masajes podría considerar contratarla...

Henry apretó un poco la mandíbula al escuchar aquello, ¿cómo le explicaba a su jefe que estaba pensando en contratar a la chica que robó el diamante Neal?

— Ah... mejor, vamos a comer... — Murmuró caminando hacia la cocina.

En cuestión de minutos la comida estaba servida y los tres degustando de ella, por supuesto, Ray alagaba a la chica por su manera de cocinar, mientras Henry se mantenía en silencio.
Cuando terminaron de comer ambos chicos ayudaron con la limpieza, después de ello Henry tomó a Ray y lo jaló hacia afuera de la casa.

— Oye, ¿qué te pasa? — cuestionó el castaño totalmente confundido.

— Escucha, no sé cómo vayas a tomar esto pero... ya sé quien robó el diamante...

— ¿Qué? ¿Quién? — la expresión en su rostro cambió por completo, estaba listo para atrapar a quien sea que haya sido.

— Ray... fue Vick... vi el diamante en su habitación... — Respondió desanimado. — Amigo, de verdad no sé que hacer, no quiero que vaya a prisión pero tampoco puedo dejar esto así...

Ray soltó un suspiro apretando los puños, entendía completamente como se sentía Henry, tenía que admitir que tampoco quería enviarla a prisión.

— Bien... sé que hacer. — Miró hacia dentro de la casa asegurándose de que la castaña no estuviera cerca — Solo entregaremos el diamante al museo, sin decir nada acerca de quién lo robó.

— ¿No estamos siendo cómplices?

— Sí, prácticamente lo somos, pero es eso o que tu linda hermana pague una condena de años.

— Espera, ¿le dijiste linda a Victoria?

— Olvida eso. — le dio un leve golpe en el hombro al rubio — Solo vigila que no siga cometiendo crímenes o... sabes que pasará...

Henry asintió suspirando, seguía frustrado por haberla descubierto y ahora incubrirla, y también muy decepcionado, jamás pensó que su hermana sería una criminal.

Our Secret [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora