THE FIRST CALL | LYNN LOUD JR ✓

chapter eight

HARPER BECKER

—Préstame atención —dice Lynn caminando fe un lado a otro en mi sala.

Había salido temprano de clases y me vine directamente a la casa porque sentía que me iba a morir con los cólicos.

—Hago mi mayor esfuerzo —murmuro y dejo mi cara contra el cojín.

—¿Quieres algo? —me pregunta acercándose a mí y niego— ¿Una pastilla? ¿Un té? ¿Café? ¿Chocolate caliente?

—¿Sabes hacer panqueques?

—Sé hacerlos, pero siempre hago desastres en la cocina.

—Quiero panqueques con maple y chocolate caliente.

—Lo haré porque tienes peores cólicos que los míos —me dice y extiende su mano— pero vendrás conmigo, no conozco donde va cada cosa en tu cocina.

Yo tomo su mano para levantarme y vamos a la cocina donde me siento en una de las sillas del taburete.

—En esa gaveta hay masa de panqueques —señalo en la esquina de la cocina— los huevos y la leche están en la nevera.

Ella sonríe y se dirige a lo que mencioné, dejo mi cabeza en la mesa y cierro mis ojos mientras escucho como ella cocina, extrañaba mucho el sonido de que alguien cocinara.

—¿Segura no quieres una pastilla? —me pregunta cuando se acerca a mí, yo niego abriendo mis ojos.

—Estaré bien con los panqueques, gracias —sonrío— puedes seguir contándome lo qué pasó.

—Toma esto y cómelo mientras me escuchas y así te distraes.

Ella me extiende una mandarina y vuelve a donde estaba haciendo la mezcla.

—Hablé con Sophie y Miranda —me dice y ya tiene toda mi atención.

—Ah si, eso, te iba a preguntar —le digo— ¿Volviste con Sophie? ¿O sea que si seguiste mi consejo? Vi una foto de ustedes en tumblr, se abrazaban.

—No volví con ella —me informa y alzo una ceja— se quería disculpar por todo lo que me hizo y me dijo que me alejara de ti porque nos vió el día del partido.

—¿Y que más? —pregunto pelando la mandarina— porque te veo en mi cocina, así que dudo que esta sea tu forma de alejarte.

—Al salir de la clases dónde hablamos prácticamente me llevó con Miranda para que ella me explicara por qué debería alejarme de ti.

—¿Fue feo lo que ella dijo? —le pregunto.

—Hablo mal de ti, insinuó cosas sobre ti que no son ciertas, pero te defendí —sonríe y pone la primera mezcla en el sartén que tenía calentando— y si está embarazada, me lo confirmó.

—Me siento mal por ella, a mí me gustaría tener hijos, pero nunca a esta edad y lo de ella es.. ¿lamentable?

Ella agarra un plato y deja el panqueque ahí para extendérmelo junto al maple.

—Come.

—Gracias Loud.

Ella sigue haciendo el resto de la mezcla de panqueques y me hace chocolate caliente.

—¿Estás llorando? —me pregunta acercándose a mí— ¿Te duele algo?

—Yo solo... —empiezo a tartamudear y miro su rostro confundido— ¿Te puedo abrazar? Estoy sensible.

Ella no dice nada y me levanto para abrazarla y pasa sus brazos alrededor de mi cintura.

—¿Te encuentras bien?