En Silverwood y Nightbrook se sentía el ambiente más tenso que nunca, desde que esa guerra se había desatado entre ambos reinos y nadie sabía la razón o el motivo del porque ese conflicto se estaba presentando, pero bien había rumores de que la antigua reina Yanai había mandado a asesinar al joven Brais el primogénito de los gobernantes de Nightbrook y ahora su familia estaban buscando venganza, aunque no había ninguna confirmación de aquello.
Pero en medio de todo ese desastre que estaba pasando, el rey actual: Desmond de Silverwood, aparte de lidiar con la guerra en ese momento y la enfermedad que desde hace dos semanas había empezado a llegar a muchos ciudadanos del pueblo, tenía que estar pendiente del parto de su esposa que estaba pasando justo en ese momento. Mientras él estaba planeando la manera de evitar las tropas que mandaba el gobernante de Nightbrook y cómo evitar o solucionar la enfermedad, uno de sus soldados entro muy agitado.
-Perdone la interrupción su alteza -hizo una reverencia con su mano derecha puesta en donde queda su corazón
-No te preocupes Piyt, ¿qué sucede?
-La reina madre Yanai se acaba de enterar del parto de Arim y está viniendo hacia acá señor -menciono algo agitado, había corrido desde el palacio hacia la cabaña que estaba escondida a mitad del bosque.
-Piyt busca refuerzos y retrásenla todo lo que puedan -ordeno.
-Sí señor -volvió hacer la reverencia y se retiró.
Desmond miro a el jefe de armas y a su planeador, pidió que lo disculparan y salió directo a donde estaba su esposa.
-Majestad -se escuchó de la partera y sus ayudantes el solo asintió con la cabaza y se dirigió a su esposa.
-¿Arim cómo vas? -la miro preocupado.
-Como crees que estoy -grito del dolor que sentía por estar en labor de parto
-Amor, inhala y exhala –le agarro la mano
-Claro, Desmond como tú no eres el que está en labor de ¡AAAAH¡ -no pudo terminar lo que estaba diciendo por el dolor tan inmenso que le estaba ocasionando esa situación.
-Reina mía, puje ya veo la cabeza del bebe –comunico
Arim pujo todo lo que pudo y de paso le apretó la mano de Desmond ocasionando que este se quejara del dolor, ambos cerraron los ojos cuando de repente se escuchó el llanto de un bebe, Desmond abrió sus ojos de apoco cuando escucho a su esposa darle la bienvenida a la bebe, por tercera vez sintió como su corazón se sacudió de amor.
Estaba tan metido en su burbuja que no noto que su esposa volvió a agitarse y empezó otra vez a pujar, hasta que regreso a tierra cuando su esposa lo agarro del brazo e hizo que su torso se acercara más a ella, empezando así a jalarle el pelo.
-¡MIERDA DESMOND, ES TU CULPA POR DEJARME EMBARAZADA¡ -empezó a gritar del dolor , Desmond no veía la hora de que todo eso ya acabara porque a ese paso su mujer lo iba a dejar calvo.
Así duraron 10 minutos más, hasta que por fin se escuchó el segundo llanto y Arim soltó a Desmond. La partera organizo todo, limpio y dejo a la pareja con las dos bebes.
-Desmond tu madre ya está aquí... -Andean vio esa escena que le calentó el alma, su hermano y su cuñada con sus sobrinas en brazos, ambos padres lo vieron sonriendo- ¿puedo cargar a una?
-Claro hermanito –Desmond le dio la bebe que él tenía cargada la más pequeña y la que había nacido de ultima -ella es como tu una hermanita menor.
Andean la miro se veía tan pequeña y frágil que de un momento a otro se sintió como una conexión que no sabía cómo explicar.
-Oye Desmond -escucho como su hermano hizo un sonido de afirmación -¿me la puedo quedar ustedes tienen a la otra?
Arim solo rio de las ocurrencias de su cuñado y su esposo peleando por el amor de la bebita que apenas y podía abrir un ojito. Es momento fue interrumpido cuando se escucharon ruidos afuera de la cabaña.
-Ya está aquí –Desmond anuncio mirando hacia la puerta.
-¿Qué hacemos cariño? ¿y las niñas? -Arim estaba preocupada.
-yo saldré y la distraeré...- suspiro -mientras ustedes escapan, Andean al mundo humano y tú a Nightbrook sabes que ella no te buscara allá, cada uno con una bebe, yo les daré el tiempo necesario y no miren atrás, no quiero que me esperen -se giró viendo a su esposa y a su hermano – que esperan vayan ahora.
Arim se acercó y le dio al parecer el que sería su ultimo beso, ella se alejó y Andean se acercó.
-Oye lo de que me la dieras era broma -lo miro – tu debes llevarla, yo me encargo de tu madre.
-te recuerdo que también es tu madre -rio –y ella me quiere a mí, tu cuida a mi hija como yo te cuide, ya es hora de que me pagues por ser tu esclavo tanto tiempo- sonrió con lágrimas en los ojos- te amo hermanito.
Andean sollozo porque sabía que era la última vez que vería a su mejor amigo, su hermano con vida. Desmond se dirigió hacia la puerta mientras que su hermano y su esposa buscaban lo necesario para huir, abrió la puerta y la cruzo viendo al ser más despreciable que por desgracias era su madre, escucho como la puerta a sus espaldas se cerraba ahora si quedando sin escapatoria alguna.
-Desmond que broma de mal gusto es esta, llegaron a mis oídos que la asquerosa nightbrookseana estaba esperando un bastardo que al parecer es tuyo -lo miro con asco -no tuviste un poco de dignidad y relacionarte con alguien de tu mismo nivel -ríe sarcásticamente.
-Por favor juntarme con alguien que puede ser como tu -la miro fríamente -que termine envenenándome, así como tú lo hiciste con mi padre, no gracias -sonrió -prefiero lo que tengo ahora.
-¿Y tú crees que ese bebe va a vivir? -rio.
-Si lo hará -miro como todos los guardias lo apuntaban con los arcos
-Por favor solo sobré mi cadáver, ese repugnante bastardo vivirá.
Mientras Desmond y su madre discutían, Andean y su cuñada ya habían empacado todo en dos mochilas después de eso se escabulleron por la ventana de la parte trasera de la cabaña tratando de no hacer ningún ruido, cuando ambos ya estaba a fuera e iban caminando más hacia el bosque se escuchó el ruido que hacen los arcos al ser utilizados, Arim solo se quedó un momento quieta sabiendo que ese ruido solo llevaba a una conclusión y Andean se le nublaron los ojos por las lágrimas acumuladas, pero ambos siguieron avanzando hasta que llegaron al punto donde se debían separar.
-Bueno Arim es hora de separarnos -la miro algo triste -¿Cómo quieres que le ponga a la bebe? -pregunto con un nudo en su garganta.
-Nailin.
-Entiendo, nos volveremos a ver y las niñas se conocerán algún día -lo prometió de eso se aseguraba él.
-Cuídate Andean y cuida a mi hija -se giró y desapareció en el espesor del bosque.
Anden solo siguió su camino viendo como varias flores se abrían mientras él pasaba, cosa que le parecía raro porque por primera vez esas flores se abrían, según había escuchado solo florecían a finales de invierno principio de la primavera simbolizando así un nuevo comienzo, pero no le dio importancia a los jacintos y solo siguió hasta que por fin llego a la cueva en la cual una puerta se encontraba, la cruzo, y desapareció así de aquel lugar donde había nacido y vivido toda su vida: Silverwood.
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Alba iridiscente
Fantasy" Nunca vuelvas a asustarme de ese modo ¿entendiste? -las lagrimas amenazaban en salir -recuerda que te amo"