Capitulo 2

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Narrador omnisciente

Jeon JungKook jamás en su corta vida había tenido buenas intenciones con alguna pareja sexual. Nunca le interesaron los gustos de las tantas chicas que salieron con él, ni tampoco solía obsequiarles algún presente en particular.

Por eso, tuvo que ingresar a internet desde su teléfono y buscar ideas de lo que suelen hacer los hombres con la persona que les gusta y sobre todo en el momento de confesarse.

Carteles, cartas románticas y otras idioteces de las que no estaba dispuesto a hacer. Él quería declararle sus sentimientos mirándolo a los ojos, por más que los nervios lo azotaban de sobremanera.

Era un adulto y debía enfrentarlos de una vez por todas y lo haría de frente, no con estúpidos carteles o cosas por el estilo.

Después le salió la idea de una cena, él odiaba las citas y sabía que Tae prefería comer en su apartamento. Pero algo se le ocurrió:

Compraría una pizza con palmitos, la favorita de TaeHyung y luego una caja de gomitas que también adoraba comer el doncel.

Le pediría comer juntos, lo habían hecho con anterioridad por más que "no se soportan" y por eso estaba seguro que TaeHyung le aceptaría la cena.

Planeó en su mente que luego de cenar se declararía al rubio y si se dejaba soñar un poquito más terminarían en la cama con unas potentes rondas de sexo.

Así que decidido, cuando sus clases del día terminaron, se dirigió en su carro hasta la pizzería donde sabe comprar Tae y luego en una dulcería compró la caja.

En su camino de vuelta repasó en voz alta todo lo que le diría al menor.

"TaeHyung, eres lo más hermoso y perfecto que mis estúpidos ojos vieron jamás..."

"Cuando te veo, quiero tomarte tan fuerte hasta dejarte temblando, quiero que grites mi nombre mientras te hago mío"

"Sé que fui un idiota, lo siento por no saber expresarme correctamente"

"Empecemos de nuevo"

Una vez que llegó al estacionamiento del campus, dejó su carro cerca del edificio donde vivía y se observó en el espejo retrovisor para asegurarse que lucía bien y darse ánimos.

-Tú puedes JungKook. No seas cobarde- Se dijo así mismo, acto seguido tomó las cosas y bajó del auto.

Caminó hasta su edificio y luego subió las escaleras.

Estaba en el cuarto piso pero él prefería subir por las escaleras que el maldito ascensor que solía marearlo.

Perdido en sus pensamientos no notó cuando otra persona bajaba, quedando frente a él.

-¡Oppa!- Gritó la chica y él se quedó en su escalón y la miró.

Suspiró bajito. Era una chica de su curso y del mismo piso, bonita, cabello largo y negro, y buen cuerpo.

Habían tenido un encuentro sexual hace semanas atrás y JungKook sólo pudo venirse pensando en TaeHyung.

Se imaginaba que ese cuerpo que tocaba y embestía era el del rubio. Hace casi cuatro meses que hacía lo mismo, hasta que supo que ya no podía soportarlo más.

-Déjame en paz, ahora no tengo tiempo- Exclamó sin tacto alguno y la esquivó para seguir subiendo las escaleras.

La chica desapareció la sonrisa en su rostro. Hace varios días que JungKook la ignoraba y no tenía idea del por qué.

Pero la femenina era inteligente y si debía captar la atención del pelinegro sabía muy bien cómo hacerlo.

-Qué suerte tiene TaeHyung- Chilló y luego hizo un puchero.

ALTA TENSIÓN [KOOKV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora