Oh baby!

118 15 13
                                    

Buenas noches mis preciosas criaturas, estoy tratando de traer mis fics favoritos a Wattpad, fics obviamente escritos por mí. Este fic en el momento en que lo escribí fue muy divertido y ahora que lo he estado leyendo me sigue divirtiendo mucho. Esto es totalmente MakoHaruMako, así que no hay triángulos amorosos.

Perdonen mis errores

Disfruten de su lectura!

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Era una linda mañana en Iwatobi, el sol estaba radiante, el mar se encontraba sereno y cristalino, siendo el reflejo perfecto de la pureza del cielo, pero lo más hermoso de Iwatobi era, el chico que se encontraba caminando a la casa de su mejor amigo. Tachibana Makoto era la perfección en persona, alto, un bronceado suave, orbes de un hermoso esmeralda con una mirada dulce, personalidad encantadora, sonrisa que igualaba a la de los ángeles y qué hablar de su magnífico cuerpo; en pocas palabras era un dios. Eso pensaba Nanase Haruka, mejor amigo de la infancia del muchacho, por supuesto que estos pensamientos jamás lo diría en voz alta, prefería quedarse sin agua el resto de su vida antes de admitir a toda voz y que todo el mundo supiera que siente cierta atracción hacia el adolescente de hebras olivas. El problema era que no sabía cuánto más podría lograr controlar este tipo de sentimiento.

Makoto entró a la casa de Haruka, ahora tenía copia de las llaves así que ya no tenía que ir por la puerta de atrás como lo haría un ladrón. Su relación había avanzado bastante y ahora tenían mucha más confianza que antes; esto alegraba mucho al chico de orbes esmeraldas, le gustaba estar cerca de Haruka pero, hace un tiempo que estar cerca del pelinegro no le bastaba; quería abrazarlo, tomarlo de la mano, acariciar sus cabellos sedosos, simplemente tener algún tipo de contacto físico con él.

—¿Haru estás en el baño? —Preguntaba el adolescente de hebras olivas mientras abría la puerta para encontrarse con la sorpresa de que la bañera estaba vacía— ¿Haru? —Makoto se dirigió a la cocina para comprobar si el chico estaba haciendo el desayuno, pero tampoco estaba— ¿Haru dónde estás? —Tachibana estaba empezando a entrar en pánico. Sólo le quedaba una parte por buscar, la habitación de Haruka. Abrió la puerta lentamente, era muy raro que Haruka estuviera en cama a esa hora, tal vez estaba enfermo, ese pensamiento preocupó al menor; miró al interior y efectivamente se encontró con su amigo durmiendo plácidamente.

—Haru despierta —Lo movió suavemente, pero lo único que consiguió por parte del pelinegro, fue un gruñido— Vamos Haru, llegaremos tarde —Insistió.

—Eres molesto —Contestó el pelinegro ocultando su rostro en la almohada.

—Me iré sin ti —Advirtió el más alto, pero ni eso logró sacar al nadador de la cama— ¡Haru ya levántate!

—¡Deja de ser tan ruidoso! —Se sentó de un golpe, cuando a Haruka lo despertaban siempre se levantaba de mal humor— No me importa llegar tarde.

—¡Haru te ves horrible! —Y lo que decía Makoto era cierto, Haruka tenía unas marcadas ojeras, su sedoso cabello era un desastre y el cansancio se le notaba por todo su rostro, lo que no sabía el chico de hebras olivas era que este aspecto tan lamentable que tenía su amigo, era por su culpa— ¿Estás enfermo? ¿Te sientes mal? —Mamá Makoto preguntaba con preocupación tocando la frente de su amigo.

—Makoto estoy bien —Apartó la mano de su frente— Sólo no dormí.

—¿No dormiste? ¿Por qué? —Lo miró confundido el chico de ojos esmeralda.

—Sólo no tenía sueño —Desvió la mirada con un leve sonrojo— Iré a bañarme —Se levantó de la cama y se dirigió al baño, no podía decirle a su mejor amigo que había tenido sueños algo indecorosos con él.

Los peores padres son los mejoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora