Cada mañana al despertar pensaba en ti, cada tarde, cada noche, cada día pensaba en ti, mis únicos pensamientos giraban en torno a ti, lo único que quería era estar contigo, charlar contigo, decir tonterías contigo, hacer las tareas contigo, ver películas contigo, en fin todo lo quería hacer contigo.
Ocultar lo que sentia no fue una gran idea pues solo me hacia daño, estar contigo y saber que tu querías a otra persona, saber que no me veías de la misma forma, saber que no era posible algo entre nosotros.
Cada día y cada noche me dañaba más y más, sabía que todo esto estaba mal pero era lo mejor, ocultar lo que sentia y no decir nada, nadie sabía, ni siquiera mis mejores amigas, era algo mío, algo que solo mi corazón sabía.
Cada noche sufría en silencio, no podía decirte lo que sentía, no podía hablar con alguien más de esto, solo me quedaba hablar conmigo, escuchar mis pensamientos, ignorar al corazón y seguir ocultando lo que sentía.
Llegue a un punto en el que ocultarlo era fácil, me había acostumbrado a ocultar mis emociones que ocultar lo que sentia por ti fue tan fácil, nunca te diste cuenta y eso fue lo mejor, seguí con mis días como si nada.
Obviamente me emocionaba estar contigo, verte reír, verte sonreír, hablar contigo y todo eso pero sabía que no podía decirte nada.
Se convirtió en mi secreto, un secreto del corazón que nadie sabría, que nunca saldría de mi boca, que solo quedaría en lo profundo de mi alma.
Muchas personas intentaban salir conmigo y yo aceptaba solo por que necesitaba distraerme y ser feliz aunque no fuera contigo.
Pronto se llegó el día de la graduación, el último día juntos, ¿por que? Por que al terminar yo me iría a estudiar al otro lado del mundo, no tenía motivos para quedarme y lo único que mi padre quería era alejarme de las distracciones.
Me despedí de ti de una forma bonita, te abraze y te dije:
"Se que después de esto no te volveré a ver, deseo que seas feliz con tu nueva vida, una vida que llevarás sin mi, nunca te voy a olvidar, el mejor amigo del mundo, tienes un espacio asegurado en mi corazón, ojalá que nos vaya bien a los dos y que ambos encontremos el amor verdadero, te quiero y adiós"
Me fui sin decir más, no te di oportunidad de contestar y pronto me fui a España, deje todo, amigos, familiares, costumbres, tradiciones, el idioma todo lo deje en mi México, lo voy a extrañar aunque no tanto como a ti, espero volver a ver tu rostro, pero bueno es hora de comenzar con mi nueva vida.
Aprender el idioma fue fácil, hacer amigos no tanto, pero bueno para mi lo más importante era el estudio.
Conocí a alguien amable, atento, caballeroso, cuidadoso, miedoso, que desde el primer día comenzo a invitarme a salir, después de días de insistir finalmente acepte.
La pase bien con él pero me recordaba mucho a ti. Decidí darle la oportunidad y salí con él de forma amorosa, sorprendentemente las cosas funcionaron, me pidió que fuera su novia y yo acepte.
Actualmente llevamos ya 6 años y era feliz con esto hasta que me entere de que tu también encontraste a alguien que te hace feliz, alguien con quien compartir gustos, me entere de que te habías comprometido y me dolió.
Me sentí mal al saber que te ibas a casar, que serias feliz con alguien que no era yo pero....
Fui yo quien decidió alejarce, fui yo quien decidió que lo mejor era irse del país, yo soy la culpable de que no pueda estar contigo, soy yo la que ocaciono todo esto y lo único que me queda es vivir con la miserable vida que estoy creando.
Él es lindo y me trata bien pero en el Fondo se que mi amor por ti sigue presente, todos los días es una tortura más pues tan solo pensar en que te vas a casar ya me causa un mal día.
Aceptaré la vida que tengo, seguiré torturandome a mi misma, dejaré de lado lo que siento y me centraré en lo que tengo con él una persona que no merece ser dañada por mis pensamientos. Mis sentimientos hacia ti pronto se convertirán en "Mi Mayor Tortura"
Fin
