Confianza || Merlina Addams x TN Fem

Tomar el riesgo

Fui a las gradas frente a la nueva estatua de Crackstone, que repugnante. Desvié la mirada hacia Merlina, quien iba caminando con el estuche de su chelo, pasó frente a la estatua, mirando fijamente su rostro.

Vi que Dedos le hacía una seña a Merlina, ¿qué estarán planeando ahora? Luego ella se sentó junto a la banda para acomodar su instrumento. Me senté lo más cerca que podía de la chica.

El alcalde se acercó junto a Weems al podio que estaba frente a la estatua.

-Para mí es un honor celebrar la historia de nuestro pueblo y al noble padre fundador de Jericó: Joseph Crackstone -procedió a señalar la estatua-. Y él creía que con los oídos abiertos y con un corazón alegre no había nada que el pueblo no pudiera lograr.

Dedos se colocó junto a mi zapato, Merlina lo miró, éste hizo una seña y se alejó, alcé una ceja mirando a la chica, quien sonrió de forma apenas perceptible, esto se pondrá bueno.

-Así que todos juntos como uno, la comunidad y los amigos de la academia Nunca Más construimos un monumento que celebra su memoria -seguro Crackstone se está revolcando en su tumba porque los normies y los excluidos están "juntos como uno"-, que el espíritu de Joseph Crackstone sea conmemorado por toda la eternidad.

En ese momento la banda empezó a tocar, Merlina tenía cara de querer suicidarse apenas tenga la oportunidad.

Le tomaron una foto al alcalde y a Weems, luego el hombre procedió a presionar un botón ¡Joseph Crackstone echa agüita! Sáquenme de aquí por favor.

Me quedé mirando la estatua hasta que...

BUM.

Explotó la fuente, generó fuego y la estatua empezó a derretirse.

¡Maldita sea, te amo Merlina Addams!

Todo el mundo empezó a irse corriendo y gritando asustados. Merlina empezó a tocar música apta para el momento, hay que admitir que es muy talentosa con el chelo. Me levanté y me tomé una selfie con la estatua. Eso es lo que se merece el desgraciado.

Me acerqué a Merlina y le sonreí negando con la cabeza, ella me devolvió la sonrisa, pequeña, pero era una sonrisa. Vi a lo lejos cómo Weems nos asesinaba con la mirada. Después se escuchó la sirena del camión de los bomberos, Merlina terminó de tocar y se levantó.

-Tenemos que irnos antes de que nos metamos en más problemas. Le mandaré un mensaje a Enid para que recoja tu chelo. Vamos -tomé su mano y empezamos a correr al bosque.

Caminamos durante un rato sin rumbo fijo, hablando de lo sucedido, seguro nos espera castigo en Nunca Más.

Me senté junto a un árbol, Merlina hizo lo mismo, quedamos lo suficientemente cerca como para que nuestros hombros se rozaran, pero no se apartó.

Me puse a jugar con mis poderes, controlé el aire para que creara un tornado del tamaño de mi palma, tomé un poco de tierra y la junté con el tornado para que éste resalte más. Merlina miraba todo atentamente.

-Dame tu mano -le pedí, me miró confundida pero obedeció. Hice que el tornado se moviera de mi mano a la suya. Segundos después fue perdiendo la potencia, hasta que solo quedó la tierra en la mano de ella.

-Me gustan tus poderes -quitó la tierra de su mano.

-Gracias. No los uso mucho, a veces hasta olvido que los tengo -reí un poco-. Tantas situaciones que podía haber evitado.

-¿Cómo cuáles?

-Como cuando Rowan quería matarte, podía haber usado el aire para que lo tumbara y tener segundos de ventaja -la miré con una mueca en los labios. Pensar en alguien haciéndole daño a Merlina me molestaba.

-Bueno, me encargaré de recordarte que eres una excluida en ese tipo de situaciones.

Asentí mirando al frente, luego miré a Merlina a mi lado, de cerca es mucho más atractiva, tengo unas ganas inmensas de besarla.

Controla tus hormonas TN.

Es difícil con ella cerca de mí.

Me fui acercando a ella a paso de tortuga para no asustarla, pero parecía que ella también hacía lo mismo. Estuvimos a milímetros de besarnos, pero el maldito celular tenía que sonar. Voy a matar a la persona que me está llamando en este momento.

Suspiré y me distancié, tomé el celular, vaya, parece que Enid no vivirá mucho. Contesté.

-¿Qué carajos quieres? -inquirí molesta.

-Weems las está buscando como loca, sabes que están en problemas por ir al bosque, ¿verdad? -parece que no sabe la verdadera razón por la que Weems nos está buscando.

-Si, si, llegamos como en una hora, estamos lejos de la academia -sin más colgué-. Weems nos busca -me senté otra vez a su lado.

-¿Cuánto tiempo tenemos?

-Le dije que llegábamos en una hora, realmente estamos a veinte minutos -ahora no sé si volver a intentarlo.

-Agradezco que Enid haya llamado -la miré con el ceño fruncido-, interrumpió lo que estaba a punto de pasar, y te hubieses arrepentido.

-¿Por qué me arrepentiría por besarte? Quiero hacerlo -confesé sin querer. Abrí los ojos con pánico en mi rostro.

-¿Te gusto? -me miró confundida. Suspiré.

-Mentiría si dijera que no -golpeé levemente mi cabeza con el árbol del que estamos recostadas.

-¿Por qué?

-Hasta yo quisiera saberlo -cerré los ojos. Sentí que se movía, su aliento golpeó mis labios, abrí los ojos, estaba a escasos centímetros de mí.

-Voy a herirte.

-Lo soportaré.

-Primero voy yo en la lista de prioridades.

-Al menos estaré en esa lista, es todo un privilegio.

-Usaré tus sentimientos hacia mí a favor.

-Al menos me vas a considerar.

-Eres una masoquista.

-Probablemente.

Sin más juntamos nuestros labios en un beso casto, adaptándonos a la sensación. Puse una mano en la mejilla de Merlina y me separé un poco.

--¿Tú estás cómoda con esto? Me preocupa saber si estás o no de acuerdo.

En vez de responder, volvió a besarme, esta vez si movimos los labios, saboreando la boca de la otra, deleitándonos. Volvió a sonar el celular.

-Juro que voy a matar a Enid -dije al ver quién era.

-Solo contesta, dile que estamos en camino -se levantó, la imité y contesté.

-No te sorprendas si mañana no aparecen tus peluches en tu habitación -amenacé.

-Ni se te ocurra. Solo llamo para decirte que Weems está a punto de ir al bosque y buscarte, y sospecha que Merlina está contigo.

-Sí está conmigo -le confirmé. Tomé la mano de Merlina y la guié a la academia, ventaja de conocer el bosque como la palma de mi mano.

-Apúrense, necesito tu ayuda en algo y tengo un interrogatorio pendiente contigo -avisó y colgó. ¿Y ahora qué? ¿Interrogatorio? Debe estar bromeando.

-Weems viene al bosque a buscarnos ella misma -le conté a Merlina.

Caminamos a paso rápido a la academia. Al llegar Weems estaba roja por la ira, mi madre a su lado me miraba con reproche. No solo tengo que lidiar con Weems, con ella también.

Que emoción.