Kitsune
Víctor Nikiforov era un joven turista ruso de 16 años que había decidido aventurarse en los bosques de Hasetsu. Aprovechando la temporada baja de patinaje, decidió visitar el lugar que tanto le había llamado la atención desde su último viaje al país del sol naciente. Era un lugar hermoso, y que dentro de sus límites tenía un inmenso bosque que era una zona protectora de fauna.
El joven quiso probar haciendo senderismo en el lugar, aunque no fue algo muy bien visto por algunos lugareños, quienes, en un dificultoso inglés, apenas pudieron indicarle que no era sensato que ingresara, dado que no podría descifrar las advertencias de los letreros ni conocía por completo la naturaleza del terreno. Pronto se dio cuenta de que estaba perdido y no sabía cómo regresar a la civilización. Pero Víctor era optimista respecto a que todo saldría bien.
No salió bien.
Después de vagar durante horas, Víctor se encontró perdido en medio de frondosos árboles. Estaba acercándose el ocaso y un gran pánico lo azoto, temiendo tener que pasar la noche en aquel desconocido espacio.
Sin embargo, algo sucedió.
Apareciendo frente a sus ojos, se mostró un singular chico. No se trataba de un lugareño, o de otro turista como él paseando por el bosque.
Aquel chico era diferente, con orejas puntiagudas cual zorro y una cola larga. con un chico que tenía orejas y cola de zorro. Al principio, Víctor se asustó, pero rápidamente se dio cuenta de que el chico no le haría daño. El chico lo ayudó a salir del bosque y lo llevó a un lugar seguro.
—Spaciva...
Le agradeció en su lengua madre, incapaz de pronunciar el agradecimiento en japonés tal como lo había aprendido. Pero el chico de ropajes ceremoniales y cola de zorro solo hizo una leve reverencia y salió corriendo de nuevo al interior del bosque, dejándolo solo sin saber qué hacer.
Cuando regresó a la civilización, Víctor no sabía cómo explicar lo que le había sucedido. Nadie parecía creerle cuando hablaba de un chico con orejas y cola de zorro que lo había ayudado a salir del bosque.
Solo una persona pareció saber sobre él, un viejo anciano budista que vivía cerca del templo de la ciudad y que una vez Víctor busco describir por medio de su guía a la persona que vio, este le contesto:
—Kitsune...
¿Kitsune?
Víctor no entendió bien el nombre que dijo aquel anciano budista, pero entendió que eso era el nombre del aquel ser.
Por mucho tiempo estuvo dándole vueltas al asunto, incluso luego de regresar a su país y de volver a su típica rutina en San Petersburgo no pudo olvidarlo. La mirada temerosa pero amable de aquel ser que lo guio con cuidado lo perseguía cada noche que iba a la cama, soñaba con él y deseo volver a verlo.
¿Sería solo un fantasma? ¿o una aparición benévola?
No lo sabía, así que se puso a investigar un poco en internet, lo que hizo que encontrara algo. Descubrió que el significado de la palabra dicha por aquel anciano. Kitsune. Un ser mágico con forma de zorro que vivía y protegía el bosque. Normalmente, aparecían frente a los seres humanos para engañarlos y hacerles travesuras o cosas malévolas. Pero entonces ¿Por qué lo ayudo?
Más preguntas y más preguntas, pero cinco años después, Víctor decidió regresar a Hasetsu en busca de respuestas.
El ruso nuevamente se encontró frente a ese inmenso bosque, curioso y expectante de lo que podría pasar. Paso mucho tiempo estudiando el idioma para no perderse y entender lo que los locales pudieran decirle, pero, aun así, logro llegar al mismo lugar
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Escritos del Alma (YOI) (Antología de One Shot, Concluida)
Fanfiction"Porque escritos breves, pueden acariciar y aligerar tu alma" Este es un libro recopilatorio que estoy creando para toda la inspiración que tengo constantemente y nace en pequeños Drabbles, One shots, two shot y three shot, todo esto ubicado en el...