I like that bitch ¿Premio o Castigo? SimoxAnubis SNV

Capitulo unico

Notas iniciales: Cómo la mayoría de mis historias esto es r18, si eres muy sensible no leas esta historia a los demás que ya están familiarizados a mi forma de escribir no olviden que esto es ficción, y no porque yo escriba de esto significa que apoye la violencia o la vi01aci0N y bueno sin más que decir espero disfruten la lectura.

Capitulo especial.

Anubis era un omega demasiado enérgico para todos los siglos que llevaba vivo, uno creería que seria ya un dios serio, maduro y sabio pero seguía teniendo el espíritu de un niño, pareciera como si tuviera energía demás, pese a ser un dios que trataba con muertos siempre estaba de buen humor, muy avispado e incluso ante los ojos de sus iguales era demasiado hiperactivo e impaciente.

Y tal cual el dios era un poco infantil, esa era su personalidad, pese a tener miles de años actuaba como un adolescente inmaduro. Todo el mundo que lo conocía sabia que tarde que temprano su actitud lo iba a meter en problemas con alguien peligroso y quizá fue su forma de ser; quizá fueron los barriles y barriles de vino que bebió en aquella fiesta de victoria que se celebró en todo el Valhalla y los siete cielos; quizá solo tuvo mala suerte pero fuese lo que fuera para el alto y bien desarrollado omega se había convertido en un gran problema.

Y vaya problema, aunque muchos llegarían a pensar...

¿Premio o castigo?

Todo empezó cuando el dios egipcio se encontraba bebiendo vino enérgicamente, a pesar de que era una fiesta de victoria en la cual dioses y humanos del Ragnarok eran invitados de honor, ambos bandos estaban divididos.

Por un lado estaban las deidades acomodadas por panteón y jerarquía desde el más fuerte hasta al que le faltaba pulir sus habilidades rodeados de más dioses que apreciaron la pelea que dieron; por el otro lado estaban los humanos con las valkirias, quienes realmente no tenían tal cual un orden pues solo se habían sentado como mejor se acomodaban aunque eso sí, parecía que los estrategas militares tenían la necesidad o el gusto de estar juntos.

Entre los estrategas militares estaba el alfa Lü Bu Housen, el tan nombrado general de los cielos y a quien sus soldados aún llamaban dios de la guerra pese haber perdido su pelea contra Thor. Bebía pero no era vino, era Sake del más puro que había, lo hacía tranquilamente y cruzado de piernas en flor de loto en el suelo y aunque no estaban acostumbrados los otros dos hombres que le acompañaban con diferentes bebidas también estaban junto al oriental y quienes eran:

El beta del Rey Leónidas que trabajo duro para tener un fuerte cuerpo y habilidades de lucha superiores a cualquier alfa, pese a tener el titulo de rey y llevarse bien con el emperador que unificó toda china prefería estar con personas menos llamativas y que compartieran con él el silencio de una buena conversación y que, por supuesto no hicieran un drama por un poco de humo, bebía sin cuestionar del vino que le traían pero él estaba bien con cualquier bebida que tuviera un poco de alcohol siempre y cuando no le dijeran nada por el humo; con ellos también estaba otro soldado, Simo quien, aunque su apariencia fuese la de un omega era totalmente un alfa, y su estatura era la de un hombre normal sin embargo al estar a lado de dos fuertes hombres, altos y esculpidos, estar entre ellos le daba una apariencia pequeña y frágil. Sus valkirias también estaban ahí aunque ellas parecían estar concentradas en Goll que no dejaba de llorar y reír por ver a sus hermanas vivas.

Qín Shi Huáng se encontraba como el emperador que era, en un trono digno de él, sin importarle estar rodeado de alfas aunque él era un omega seguía siendo de entre todos el omega más hermoso a los ojos de cierto Rey del Helheim que, sin darse cuenta no podía dejar de mirarle y apreciar la obra de arte que era quien fuera su contrincante en el Ragnarok, totalmente cautivado del humano.

Sasaki Kojiro quien había demostrado a los dioses y humanos que un beta podía superar a los alfas e incluso dioses estaba comiendo y bebiendo junto al omega Soji Okita y el alfa Isami Kondo, entre ellos tres fluía una agradable conversación sobre espadas, guerras y entrenamientos, hablaban de orgullo, honor y estrategias sin importarles quien era alfa, beta u omega.