Eres bueno para enamorar, no para quedarte Eres bueno para dar demasiado y luego asustarte Eres bueno para hacerte pasar por alguien que se preocupa Y me engañaste por un minuto
Pero ahora me pregunto por qué Dejo que tu confusión me mantenga despierta por la noche Estoy tan cansada Vuelvo a leer cada matiz, y yo...
Decode - Sabrina Carpenter
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Al día siguiente, Beomgyu no se imagino la carga laboral que tendría por haber cancelado un día todas sus citas, parecía como si se hubieran multiplicado, por eso Soobin siempre le decía que debía cumplir con su horario como estaba estipulado.
El día paso relativamente normal, cumpliendo con las secciones de fotos que tenía para ese día, ya se había acostumbrado a sonreír sin tener motivo, a brindar una cálida vibra incluso si por dentro estaba triste.
Era parte de su trabajo, después de todo, trabajaba con su rostro. Él lo sabía, aunque no le gustaba pensar de esa forma, en su país era así, recibió más atención cuando salió en su primera película con un papel secundario por su apariencia.
Beomgyu encajaba perfectamente en los estándares de belleza de Corea y eso le hacía sentirse un poco frustrado, no quería sentir que solo lo llamaban por su rostro, pero era inevitable no hacerlo, él sabe cómo son las costumbres de su país, él las conoce.
Admiraba un poco a su jefe, este a pesar de ser extremadamente guapo, Beomgyu no creía que era reconocido por tal cosa, pues Yeonjun era más estadounidense que coreano, nació de San Francisco y había vivido su mayor parte del otro lado del mundo, el mayor tenía una belleza exótica, algo diferente, una vibra totalmente fuera de órbita, tenía unos ojos demasiados rasgados que denotan intimidación, pues esa era la vibra tan exótica que tenía, desbordaba atracción por cada poro que tenía, y su forma de actuar era otra cosa.
En Corea del sur todos se acostumbran a ser conservadores, respetar las apariencias, cuidar el mínimo detalle de todo, pero a Yeonjun sinceramente le podía importar poco todo aquello. Él había sido actor en Estados Unidos, muy reconocido, nadie sabe porque se retiró, Beomgyu nunca pregunto porque creyó que no era de su incumbencia. Pero Yeonjun solo llevaba un par de años en Corea del sur, y tenía una de las mejores empresas de entretenimiento.
Había hecho magia, Beomgyu no sabe cómo lo logro, pero lo logró. La gente se interesó en él al ver que era un actor de talla americano, pero también se asustaron, aunque fuese de doble nacionalidad y fuese coreano, para los coreanos no era lo suficiente Coreano.
Al principio le costó, porque Yeonjun no es nada más que un tipo joven todavía, pero la primera estrella que recluto se podía decir que fue a él. Luego Yeonjun se expandió al mundo de los idols y lanzó una propuesta al mundo de entretenimiento coreano que hizo que todos simplemente lo aceptaran. Recluto a personas como él, un grupo completamente de personas de doble nacional, cantando en todos los idiomas que sabían los miembros, rompiendo con muchos estereotipos que había dentro de la comunidad del Kpop.
