Hasta que la muerte nos separe

Capítulo 1: ¡Son dos bebés!

¿Os acordáis de la pequeña historia de "Mi profesor"? Muchos me habéis pedido una segunda parte, una continuación de la historia. Pues aquí está.

Llevo un mes embarazada y muchas cosas han cambiado a mí alrededor, en especial con mi aspecto físico.

Estoy en el coche de Pablo, de camino a la consulta del ginecólogo. Hoy toca revisión de mi bebé. Todos me dicen que tengo barriguita y, con un mes de embarazo, no debería tener "tanta". Aunque Pablo siempre me ha dicho que estoy guapísima. ¡No lo puedo querer más!

Desde que le conté que íbamos a tener un bebé, ha estado muy pendiente de todo lo que quería o necesitaba. Se ha convertido en mi amigo, novio y protector. Y me trae dulces para desayunar todas las mañanas. Creo que por eso tengo algo de barriguita.

Al llegar nos sentamos en la sala de espera sin hablar. A los pocos minutos apareció la enfermera y nos invitó a pasar a la consulta. El ginecólogo me pidió que me desnudara y me tumbara en la camilla, dónde comenzó a explorarme. En la pantalla empezamos a ver como dos bolitas. No podía creerlo. Siempre habíamos visto una bolita y hoy aparecían dos bolitas.

Pablo pareció leerme la mente y le preguntó al hombre qué es lo estábamos viendo en la pantalla.

-¡Vaya! ¡Menuda sorpresa! –exclamó –Siempre pensamos que era un bebé, pero en realidad son dos bebes. ¡Felicidades!

-¿Dos bebés? –pregunté -¿Cómo es posible?

Nos explicó que los bebés venían en diferentes óvulos. Eso pasa cuando dos o más óvulos son fecundados por diferentes espermatozoides. También nos dijo que suele ser hereditario, por lo que significa que alguien en nuestra familia ha tenido un embarazo múltiple.

De un día a otro pasé, de estar esperando un bebé, a estar esperando dos bebés. ¡Qué locura!

Pablo me llevó a mi casa, yo sólo quería sentarme en el sofá y pensar en todo. Si ya era difícil pensar en el cambio que supone un bebé, imagínate con dos.

-¿Estás preocupada?

-Sí, primero era un bebé, pero ahora son dos. Es una locura, ¿no crees?

-Tranquila –se sentó conmigo en el sofá y me abrazó –Lo haremos lo mejor que podamos.

Cuando se fue Pablo llamé a Laura.

-¿Dos bebés? –se ilusionó –Voy a ser doblemente tita.

-Estoy nerviosa... y preocupada.

-¿Qué te pasa?

-Un embarazo múltiple lleva más complicaciones. Puedo hasta perder a mis bebés –las lágrimas salieron de mis ojos sin poderlo controlar.

-Tranquila, eso no va a pasar. Necesitas algo más de descanso. Capaz cogerte unos días de la escuela...

-No, estoy bien –mentí y me limpié las lágrimas – Sólo son las hormonas.

-¿Pablo lo sabe?

-Claro, ha estado conmigo en la consulta.

-¿Está feliz? Va a tener dos bebés.

-Sí, está feliz. Siempre está pendiente de mí pero...

-¿Pero?

-Tengo miedo... -confesé –No lo había pensado antes o, más bien, no he querido pensarlo. ¿Qué ha sido de mi vida? Me iba a casar y engañé a mi prometido con mi ex. Vale, después de eso nos hemos dado cuenta todos de cómo es Diego en realidad, pero ahora estoy sola. Embarazada de dos bebés que van a necesitar muchísimas cosas. Vivo en un pequeño piso donde no hay espacio para tres...

-¿Y si te mudas con Pablo?

-¿Estás loca? No hemos definido nuestra relación y ya quieres que me vaya a vivir con él.

-Seamos sinceras, desde que estás embarazada, Pablo está más en tu casa que en la suya. Se desvive por ver cómo estás o qué necesitas. Sería mucho más fácil si vivierais juntos, ¿no?

-No hemos hablado de ese tema.

-Es un buen momento para hacerlo.

-Siempre pensé que me casaría antes de tener hijos y mírame ahora.

-Aún estás a tiempo de casarte antes de que nazcan mis sobrinillos preciosos –las dos reímos.