Ha pasado una semana desde ése día. Pablo me ha llamado varias veces, pero no he querido contestar. No sé qué decirle. El día fue muy raro. Sentí cosas, imaginé cosas... Era la familia que siempre había querido. Pero Diego me lo quitó todo...
Mi móvil empezó a sonar. Era Pablo. Miré la pantalla y dejé caer el teléfono en mi cama. No sabía qué decirle. Mejor no contestaba. Dejó de sonar y suspiré. De nuevo, empezó a sonar. Pablo otra vez. Sentí algo extraño en mi interior. ¿Habría pasado algo?
- ¿Sí? –contesté nerviosa.
- Sara –suspiró –Por fin contestas. Si no fuera urgente no te molestaría. Tus padres no me cogen el teléfono. ¿Están por ahí?
- No. Ellos salieron temprano para hacer unas compras. Hasta la tarde no volverán.
- ¡Vaya!
- ¿Ocurre algo?
- Ángel se ha metido en líos en el cole...
- ¿Qué ha pasado? –pregunté preocupada.
- No me enteré muy bien. Me ha llamado el director diciendo que fuera a recogerlo. Creo que lo van a expulsar.
- ¿Qué? –me sorprendí –Si tiene 5 años. ¿Qué ha podido hacer?
- No lo sé. Estoy en una excursión con mi clase ahora mismo y no puedo irme. Siempre he contado con tus padres para casos como estos.
- ¿Quieres que vaya yo? –pregunté sin pensar.
- ¿Lo harías?
- Olvídalo. Es una locura. He hablado sin pensar...
- Sara. Eres su madre. En el colegio lo saben. ¿Podrías ir por él? Yo recogería a Sofía y pasaríamos a buscarlo a tu casa.
- Vale. Iré ahora mismo.
Sin estar muy segura, me vestí y fui al colegio. Al llegar me hicieron pasar al despacho del director. Allí estaba Ángel, sentado en una silla, mirando al suelo.
- Hola, cariño –le dije, pero ni me miró.
- Hola, soy el director del colegio, puede llamarme Roberto.
- Encantada, mi nombre es Sara.
- Pablo ya me explicó la situación. Verá. Ángel se ha peleado con otro niño. Una profesora los ha tenido que separar a ambos. Ninguno de los dos ha querido decir el porqué de la pelea. Como entenderá, no permitimos éste tipo de comportamiento. Será expulsado durante 3 días.
- Entiendo.
- Ya he hablado con los padres del otro niño, y está de acuerdo. El próximo lunes, Ángel tendrá que venir, a mi despacho, acompañado de sus padres. Hablaremos de lo sucedido y, si es posible, que lleguen a un acuerdo los dos niños, para evitar otra pelea en el futuro.
- Me parece bien. Se lo diré a Pablo –miré al pequeño, y seguía mirando al suelo.
- Si me permite opinar, creo que Ángel no está pasando por un buen momento. Nunca le habíamos visto éste tipo de comportamiento. ¿Ha habido algún cambio últimamente?
- Lo siento, creo que no soy la persona correcta para contestar a esa pregunta. Seguro que Pablo puede aclarar esa duda, en otro momento.
- Claro –se levantó y yo lo imité –Un placer conocerla, Sara.
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Hasta que la muerte nos separe
Romance¿Os acordáis de "Mi profesor"? Muchos me habéis pedido una continuación de la historia. Pues aquí está. _____ Sara y Pablo están viviendo una feliz etapa de embarazo. Por otro lado, Diego sigue, locamente, enamorado de ella, y no parará hasta que el...