Alerta: smut
el simulador, las reuniones, las prácticas, las carreras. El cansancio interminable para Charles mientras lucha por lidiar con el horrible comienzo de la temporada.
está agradecido de tener alguien a quien recurrir cuando los tiempos se ponen difíciles. su encantadora esposa, usted. En las buenas y en las malas es lo que se prometieron el uno al otro. Esto era lo que estaba empezando a separarlos a ambos aún más.
Charles pasaba todo el tiempo en casa, en el simulador, o, en la medida de lo posible, en la fábrica. Has pasado docenas de noches solitarias y aburridas en tu cama tamaño king a la sombra.
el marco del cuadro encima de la cabecera ya no está torcido. Tendrías tiempo para arreglarlo en su lugar porque la razón por la que se cayó fueron las interminables noches de sexo. la cabecera chocaría contra la pared y eventualmente el cuadro, de tu noche de bodas, se caería o terminaría de lado en el gancho.
fue un recordatorio de que su alguna vez emocionante vida sexual ha llegado a su fin. El sexo ya no era algo en lo que ambos participaban activamente. Era más bien usted y un vibrador en esas ocasiones solitarias.
-¿dirigirte a..? - preguntas, levantando la cabeza del libro que tienes en el regazo. habías oído sus fuertes pasos. Su lengua chasqueaba contra el paladar buscando las zapatillas adecuadas para usar.
-Sólo al salón de mamá. Ha pasado un tiempo desde que no la veo -. dice entrando a la sala para sentarse a tu lado en el sofá,asientes con la cabeza al no haber recordado la última vez que le cortaron su hermoso cabello castaño. aunque no te importa la duración, y a sus fans tampoco. lo animaste a escucharlos y en ese momento se rió. Luego le mostraste por qué te gustaba tanto. Al tirar de sus extremos entre los dedos, rizarlos y tirar durante el sexo, disfrutó de la excitación. ahora, no había necesidad de ello.
-Dile que la saludo.- dices, con una suave sonrisa formándose en tus labios.
te llama la atención por un breve segundo cuando levanta la vista después de atarse los zapatos. se toma un segundo para darte un beso en la mejilla,
-Deberías venir. A mamá le encantaría verte-. extrañabas a pascale. de hecho, extrañaste a toda su familia. Habían pasado meses desde que compartiste una risa con Arthur, o incluso mantuviste una conversación con Lorenzo y su nueva novia.
Si bien sabías que las posibilidades de ver a sus hermanos eran escasas, aun así te uniste a él en el auto. Había sido la primera vez en semanas que estaba en su pista.
Su mano se desliza peligrosamente por la consola central. Su pulgar acaricia la piel de la parte interna del muslo que está expuesta por tus pantalones cortos de motociclista. está feliz de que lo hayas acompañado, no puede recordar la última vez que pasaron más de dos horas juntos sin dormir.
-Me di cuenta de que arreglaste el cuadro encima de nuestra cama-. dice girándose para mirarte por un breve segundo en el semáforo. Pensaste que no se había dado cuenta, era un ligero cambio y rara vez dormía en casa cuando tenía días libres. estás segura de que ha visto el juguete debajo de tu lado de la cama si realmente fue a buscar.
-Te ofrece un nuevo desafío otra vez-. respondes viendo cómo la rueda gira bajo sus manos y entra al estacionamiento. finalmente te liberaste de sus garras.
Se burla, estacionando el auto, -siempre fue demasiado fácil. Nunca fue un desafío-.
Una sonrisa se forma en tus labios. tus palabras lo atrapan antes de que salga del auto, -bueno, tienes un nuevo desafío y es mucho mejor que el mes pasado-.
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Estás sentada en la silla junto a él viendo a Pascale recortarle las puntas mojadas del cabello. algunos caen sobre su cara o alrededor de la parte superior de la capa.
